Atentados de 2015 en París cambiaron vida del cantante de Eagles of Death Metal "para siempre"

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Para Jesse Hughes, el cantante del grupo estadounidense Eagles of Death Metal, la masacre perpetrada en la sala de conciertos del Bataclan el 13 de noviembre de 2015, cambió su vida "para siempre", según relató este martes ante el tribunal de primera instancia de París.

Esa noche, Hughes estaba actuando con su grupo en el escenario de la sala parisina. "En mitad del concierto", escuchó tiros, recordó ante el tribunal, vestido de negro y con una corbata roja.

El sangriento atentado yihadista dejó 90 muertos y cientos de heridos. Otras 40 personas murieron esa misma noche en otros ataques llevados a cabo en la capital francesa.

Sobrevivientes y familiares de las víctimas acudieron en gran número este martes a escuchar al cantante californiano y al exguitarrista del grupo, Edén Galindo, ambos parte civil en el juicio de los atentados.

El juicio sobre los atentados de 2015 empezó en septiembre. Las audiencias de las partes civiles continuarán hasta el viernes y el veredicto está previsto para el 29 de junio.

"Conozco el sonido de las armas", explicó Hughes, de 49 años. "Sabía lo que iba pasar, sentía que la muerte se me acercaba", dijo.

A continuación, el cantante recordó los momentos de pánico, las ganas de huir cuanto antes con su pareja y con Edén Galindo.

"Un ángel llamado Arthur nos metió en un taxi y nos envió a la comisaría", recuerda.

Allí, los dos músicos descubrieron decenas de heridos cubiertos de sangre. También se enteraron de que uno de los suyos, Nick Alexander, un británico que se encargaba de la comercialización de la banda, había muerto.

Aquella noche, "90 de mis amigos fueron asesinados delante de nosotros de forma odiosa", continúa Hughes, agarrando el atril con las manos y mirando directamente a los ojos los miembros del tribunal.

Durante mucho tiempo, dudó en volver a subirse al escenario: "No sabía si tendría fuerzas para volver", contó.

"Lo que los asaltantes intentaron aquella noche fue silenciar la alegría de la música, pero no lo consiguieron", aseguró. "El mal no ganó", manifestó el cantante, que aseguró haber "perdonado" a las "pobres almas que cometieron estos actos".

- Declaraciones polémicas -

Cuando reabrió la sala Bataclan en 2016, la dirección indicó que el cantante, seguidor del expresidente estadounidense Donald Trump y proarmas, ya no era bienvenido en el lugar debido a sus declaraciones polémicas.

En varias entrevistas durante la primera mitad del  2016, Hughes dijo que los guardias de seguridad del local eran cómplices de los yihadistas, y afirmó haber "visto a musulmanes de fiesta en la calle durante el atentado, en tiempo real".

Eden Galindo, de 52 años, relató por su parte el ambiente de alegría que vivió el concierto antes del ataque. "Era un concierto genial, todo iba muy bien, todo el mundo bailaba", recordó.

Momentos después llegó el "ruido" de las balas. Al principio, pensó que se trataba de un problema del sistema de sonido. Pero vio cómo Jesse Hughes corrió hacia él.

"La gente está disparando... Corrimos... Pensábamos que iba a parar, pero seguía", relató. "Después de todo eso, fue muy difícil hacer las cosas con normalidad. Sentí que estaba roto", declaró el guitarrista,también vestido de negro.

"Nunca volveré a ser el mismo", dijo, antes de ofrecer unas palabras a las familias de las víctimas. "Pienso en ellas cada día y rezo por ellas", aseguró.

Después de los músicos, una veintena de supervivientes del Bataclan relataron su traumática experiencia y su continuo sufrimiento más de seis años después de los atentados.

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