Cambio climático: los bosques invaden los Alpes alemanes

Antes de que termine el siglo 21, una gran parte de los Alpes alemanes estará cubierta de árboles como consecuencia del cambio climático.

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ARCHIVO - Un helicóptero de la Policía austriaca transporta un contenedor de agua para combatir el fuego en un incendio forestal alpino en la frontera entre Austria y Alemania. Foto: Karl-Josef Hildenbrand/dpa
ARCHIVO - Un helicóptero de la Policía austriaca transporta un contenedor de agua para combatir el fuego en un incendio forestal alpino en la frontera entre Austria y Alemania. Foto: Karl-Josef Hildenbrand/dpa

Antes de que termine el siglo 21, una gran parte de los Alpes alemanes estará cubierta de árboles como consecuencia del cambio climático.

Según los científicos, sobre todo las montañas entre las localidades de Berchtesgaden y Oberstdorf, en el sur de Alemania, estará tan cubierta de vegetación que hará imposible contemplar las extensas praderas desde las cimas. 

Los estudios demuestran que el cambio climático es mucho más visible en los Alpes que en el resto de Alemania. Asimismo, un proyecto de investigación que depende de la ayuda de los excursionistas revela perspectivas sombrías.

"La vegetación está tapando las montañas. Los hermosos paisajes por encima del límite forestal, desde donde tenemos una gran vista y las vacas pastan tranquilamente, se están cerrando", señala Jörg Ewald al explicar los resultados preliminares del proyecto participativo "Explorando los límites de los árboles".

Los senderistas deben buscar en sus recorridos por la montaña los ejemplares de mayor altura entre 23 especies de árboles. Si descubren un árbol que es candidato a un registro de altura deben guardar la ubicación en una aplicación junto con las coordenadas de GPS y una foto.

Por orden del rey bávaro Maximiliano II, ya en el año 1854 se registraron los ejemplares de mayor altura. Se trató precisamente de la época que en la actualidad es la referencia de las condiciones climáticas preindustriales.

En aquel entonces, la temperatura también se medía diariamente en el observatorio meteorológico de Hohe Peissenberg, en la Alta Baviera.

"Desde entonces, la temperatura en los Alpes aumentó dos grados", señala Ewald. Por ejemplo el acebo, que tenía su ubicación más alta a 907 metros en 1854, crece hoy a 1.300 metros de altura. Por lo tanto, se extendió exactamente los 400 metros que corresponden según los cálculos al aumento de la temperatura promedio.

"Se puede analizar este proceso árbol por árbol", explica el profesor de botánica de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Weihenstephan-Triesdorf, en el estado de Baviera.

Los datos de los excursionistas se transfieren a mapas que se pueden ver en la página www.baysics.de.

El ítem del menú "NatureExplorer" también ofrece proyecciones para el futuro. Así, por ejemplo, las zonas en las que un árbol como el acebo podría crecer en caso de un nuevo calentamiento de uno y dos grados aparecen coloreadas en rojo, que es el aumento que correspondería a un incremento moderado de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2050 y 2100, respectivamente.

"En ese caso tendríamos cuatro grados más que en 1850, que es lo que muchos científicos consideran lo más probable. Es casi imposible evitarlo", subraya Ewald.

Según las previsiones, solo los picos del macizo más alto de Alemania, el Zugspitze de 2.962 metros, seguirán asomando entre los bosques a fines de este siglo.

"Es una locura lo que estamos haciendo con el clima. Es como una bomba de tiempo que estalla ante nuestros ojos", enfatiza el botánico alemán.

El hecho de que las montañas se calienten más rápido que las tierras bajas se debe a que cada vez tienen menos hielo y nieve. Esto se debe a que las superficies blancas reflejan la energía solar mucho mejor que las superficies oscuras, como la grava o la hierba. Pero si la proporción de superficies oscuras aumenta, las montañas se calientan por encima del aumento "normal" debido a los gases de efecto invernadero.

"Las mediciones dan cuenta que se registra un calentamiento en todas partes, pero también se puede ver este calentamiento en la naturaleza", describe Annette Menzel, profesora de Ecoclimatología de la Universidad Técnica de Múnich.

Según la experta de plantas y animales en relación con el clima, ese calentamiento tendrá consecuencias severas. "El cambio climático avanza demasiado rápido para que nuestra vegetación se adapte de forma natural a este ritmo", advierte.

"Si por ejemplo la capa de hielo permanente (permafrost) se descongela en el Zugspitze, pero por la falta de desarrollo del suelo no puede crecer ningún bosque protector, es altamente probable que aumenten los riesgos naturales", explica Menzel. Entre los desastres naturales se encuentran las avalanchas, los flujos de lodo, las pendientes inestables y los desprendimientos de rocas.

A su vez, Menzel apunta que también hay peligro en las montañas más bajas y advierte que debido a la creciente sequía, el riesgo de incendios forestales aumentará considerablemente incluso en invierno.

"Tenemos que salir de los combustibles fósiles, tenemos que cambiar a las energías renovables y tenemos que hacerlo lo antes posible", resalta la profesora.

dpa