España dice no querer "alimentar polémicas estériles" ante las críticas de Argelia

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El jefe de la diplomacia española dijo el lunes no querer "alimentar polémicas estériles" con Argelia al declinar comentar la condena del presidente de ese país al giro de España a favor de la postura marroquí en la delicada cuestión del Sáhara Occidental.

"Yo no voy a alimentar polémicas estériles, pero España ha tomado una decisión soberana dentro de la legalidad internacional y no hay más que añadir", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la radio Onda Cero.

Albares había sido preguntado por las declaraciones del presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, que en una entrevista con medios de su país el sábado calificó de "inaceptable moral e históricamente" el cambio de posición de España, que permitió cerrar una crisis diplomática de casi un año entre Madrid y Rabat.

"Tenemos relaciones muy sólidas con el Estado español, pero el jefe del gobierno (Pedro Sánchez) ha roto todo", fustigó Tebboune, quien de todas maneras garantizó que su país no "renunciará jamás a su compromiso de asegurar el abastecimiento de gas a España, cualquiera que sean las circunstancias".

"De todas esas declaraciones, con lo que me quedo es con la garantía total del suministro de gas argelino a España y el respeto escrupuloso a los contratos internacionales que tienen nuestras empresas con el gobierno argelino", subrayó el ministro Albares.

Argel rechazó rápidamente esas declaraciones.

Esos comentarios "descorteses, ofensivos e inaceptables [...] a buen seguro no contribuyen a una vuelta rápida a la normalidad en las relaciones bilaterales", indicó Amar Belani, el enviado especial encargado de la cuestión del Sáhara Occidental en el Ministerio argelino de Relaciones Exteriores, citado por la agencia oficial APS.

En el primer trimestre del año, casi un cuarto del gas que importó España provino de Argelia.

La decisión de España, anunciada el 18 de marzo, de abandonar su tradicional neutralidad y respaldar el plan marroquí como "la base más seria, realista y creíble de resolución" del diferendo del Sáhara Occidental, antigua colonia española, provocó la irritación de Argelia, principal apoyo de los independentistas saharauis del Frente Polisario.

Tras denunciar el "giro" de España, Argelia llamó a su embajador en Madrid y exigió "aclaraciones" antes de su regreso a la capital española.

El conflicto en el Sáhara Occidental, una vasta área desértica bordeada de aguas ricas de peces y abundantes recursos minerales considerada un "territorio no autónomo" por la ONU, ha enfrentado durante décadas a Marruecos con el Frente Polisario.

Rabat, que controla cerca de 80% del Sáhara Occidental, propone un plan de autonomía bajo su soberanía mientras que el Polisario reclama un referendo de autodeterminación, previsto por la ONU durante la firma en 1991 de un alto el fuego que no se ha concretado.

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