El jefe de la junta birmana, que no controla importantes porciones del territorio desde el golpe de Estado del año pasado, llamó este viernes a varias facciones étnicas rebeldes a iniciar conversaciones de paz.
"Invito a los dirigentes de grupos armados al diálogo" declaró Min Aung Hlaing en un discurso divulgado por los medios estatales.
Agregó que se reuniría personalmente con ellos, y los invitó a presentarse antes del 9 de mayo.
Desde la independencia de Birmania en 1948, unas 20 facciones étnicas están en conflicto con el gobierno central para obtener más autonomía, y el acceso a las numerosas riquezas naturales del país.
A partir de 2015, el ejército suscribió un acuerdo nacional de alto el fuego con diez de ellas.
Pero muchas han vuelto a tomar las armas desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 contra Aung San Suu Kyi, y han ofrecido ayuda y entrenamiento militar a las Fuerzas de defensa del pueblo (PDF), las milicias opuestas al régimen.
Este país del sureste asiático está sumido en el caos desde el golpe de febrero de 2021 y más de 1.700 personas han muerto por la represión contra disidentes, según un grupo local de monitoreo.
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