La industria petrolera de Libia sufre el golpe de la crisis política

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La producción petrolera de Libia, la principal fuente de ingresos del país, está nuevamente lastrada por las divisiones políticas que generaron una ola de cierres obligados de plantas petrolíferas debido a los enfrentamientos entre los gobiernos rivales.

La Compañía Nacional de Petróleo (NOC) anunció en los últimos días la suspensión de sus actividades en dos importantes terminales petroleros y el cierre de varios campos.

El resultado fueron pérdidas de más de 600.000 barriles por día, es decir la mitad de la producción diaria del país, que tiene las reservas más importantes de África pero que está atascado en una intrincada crisis institucional.

En febrero, el Parlamento que tiene sede en el Este designó como primer ministro a Fathi Bachagha. Pero este nuevo ejecutivo no logró sacar del cargo al gobierno de Abdelhamid Dbeibah, que se niega a entregar el poder sin que se celebren elecciones.

Los grupos que mantienen los bloqueos son considerados como cercanos a las facciones del Este y reclaman una transferencia del poder a Bachagha, que cuenta con el apoyo del poderoso mariscal Jalifa Haftar, quien controla varias instalaciones petrolíferas.

"El cierre de campos petroleros es una manifestación directa de la aguda crisis política que hay actualmente entre el campo favorable a Haftar y el pro-Dbeibah", resumió Jalel Harchaoui, investigador especialista en Libia.

Es "el comando general de la coalición de Haftar quien ordenó un bloqueo petrolero para aumentar la presión occidental sobre Dbeibah" para que "abandone sus funciones", explicó el experto.

Estas turbulencias llegan en un momento en que "los precios del petróleo y del gas se están disparando", lamentó la compañía nacional de petróleos NOC.

hme/an/pc