Renuncia el ministro de Deportes de Sri Lanka

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COLOMBO, Sri Lanka (AP) — El ministro de Deportes de Sri Lanka y sobrino del presidente, Namal Rajapaksa, renunció el domingo a su cargo en medio de una creciente indignación pública ante la crisis económica y la escasez de alimentos, combustible y medicinas.

Todo el gabinete de Sri Lanka también presentó cartas al primer ministro Mahinda Rajapaksa en las que ofrece renunciar debido a la crisis económica de la nación, dijo el ministro de Educación, Dinesh Gunawardena, a los reporteros el domingo en la noche.

“Le he informado al secretario del presidente de mi renuncia a todos los cargos con efecto inmediato”, tuiteó Namal Rajapaska, añadiendo que espera que su decisión ayude al presidente Gotabaya Rajapaksa y al primer ministro Mahinda Rajapaska, quien es su padre, a lograr estabilidad para el pueblo y el gobierno.

Namal también estaba al frente del ministerio de Asuntos de la Juventud.

Gunawardena dijo que el presidente y el primer ministro tomarán las medidas apropiadas en cuanto al ofrecimiento del gabinete de renunciar.

Partidos de la coalición gobernante exigen que se designe a un gabinete provisional para sacar al país de la crisis.

Las medidas parecen un intento por apaciguar a la población, que ha salido a manifestarse en todo el país para responsabilizar al presidente y a toda la familia Rajapaska.

El poder político de Sri Lanka se concentra en la familia Rajapaska. Además de que el presidente y el primer ministro son hermanos, otros dos hermanos fungen como ministros de Finanzas y de Irrigación. Namal también era ministro del Gabinete hasta que renunció.

Profesionales, estudiantes e incluso madres con niños pequeños incumplieron el domingo un decreto de emergencia y un toque de queda para exigir la renuncia del presidente.

La policía lanzó gases lacrimógenos y utilizó cañones de agua contra cientos de estudiantes universitarios que intentaban derribar las barricadas en las inmediaciones de la localidad de Kandy. Cerca de Colombo, los estudiantes se manifestaron y se dispersaron sin incidentes, mientras que soldados armados y policías impidieron que legisladores de oposición marcharan hacia la Plaza de la Independencia.

“Esto es inconstitucional”, dijo el líder opositor Sajith Premadasa a los militares que les cerraron el paso. “Están violando la ley. Por favor, piensen en las personas que están sufriendo. ¿Por qué están protegiendo a un gobierno como este?”

Durante varios meses, los esrilanqueses han tenido que hacer largas filas para comprar combustible, alimentos y medicinas, la mayoría de los cuales provienen del extranjero y se pagan con divisas. Lo primero en desaparecer de las tiendas fue la leche en polvo y el gas para cocinar, seguidos por una escasez de combustible que alteró los servicios de transporte y provocó prolongados apagones de varias horas al día a fines de febrero.

El alcance de la crisis quedó claro cuando Sri Lanka no pudo pagar las importaciones de suministros básicos debido a sus enormes deudas y la disminución de sus reservas de divisas. Se dice que las reservas extranjeras utilizables del país son de menos de 400 millones de dólares, según los expertos, y tan sólo este año acumula casi 7.000 millones de dólares en obligaciones de deuda externa.

Rajapaksa dijo el mes pasado que su gobierno estaba en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional y recurrió a China e India en busca de préstamos mientras apelaba a la gente a limitar el uso de combustible y electricidad y “extender su apoyo al país”.