Sin control, Telegram prospera en la batalla de desinformación de Ucrania

Compartir
Compartir articulo

Dos días después de que Rusia invadiera Ucrania, una cuenta en la plataforma de mensajería Telegram que se hizo pasar por el presidente Volodimir Zelenski instó a sus fuerzas armadas a rendirse.

El mensaje no era auténtico, y el verdadero Zelenski pronto negó el reclamo en su canal oficial de Telegram, pero el incidente resaltó un problema importante: la desinformación se propaga rápidamente sin control en esa aplicación encriptada.

La cuenta falsa de Zelenski alcanzó los 20.000 seguidores en Telegram antes de que se cerrara, una acción correctiva que, según los expertos, es poco común.

Según Oleksandra Tsekhanovska, jefa del Grupo Analítico de Guerra Híbrida en el Centro de Medios de Crisis de Ucrania, con sede en Kiev, los efectos son tanto de corto como de largo alcance.

"Para Telegram, la rendición de cuentas siempre ha sido un problema, por eso era tan popular incluso antes de la guerra a gran escala con los extremistas de derecha y los terroristas de todo el mundo", declaró a la AFP desde su domicilio en las afueras de la capital ucraniana.

Telegram cuenta con 500 millones de usuarios, que comparten datos individualmente y en grupos con relativa seguridad. Pero el uso de Telegram como canal de transmisión unidireccional, al que los seguidores pueden unirse pero no responder, significa que el contenido de cuentas no auténticas puede llegar fácilmente a audiencias grandes.

Las noticias falsas a menudo se difunden a través de grupos públicos o chats, con efectos potencialmente fatales.

"Alguien que se hace pasar por un ciudadano ucraniano simplemente se une al chat y comienza a difundir información errónea o recopila datos, como la ubicación de los refugios", explicó Tsekhanovska, quien señaló cómo los mensajes falsos han instado a los ucranianos a apagar sus teléfonos a una hora específica de la noche, citando el argumento de la ciberseguridad

Tales instrucciones podrían poner en peligro a las personas: los ciudadanos reciben advertencias de ataques aéreos a través de alertas de sus teléfonos.

- Laxo o ausente -

Además, la arquitectura técnica de Telegram limita la capacidad de frenar la propagación de información falsa: la falta de un flujo público de los mensajes y el hecho de que los comentarios se deshabilitan fácilmente en los canales, reducen el espacio para reclamos.

Aunque se han eliminado algunos canales, los analistas consideran que el proceso de reparación es opaco e insuficiente.

"Contrasta marcadamente con la forma en que otras compañías se manejan hoy", dijo Emerson Brooking, experto en desinformación del Laboratorio de Investigación Digital Forense del Atlantic Council.

WhatsApp, una plataforma de mensajería rival, introdujo algunas medidas para contrarrestar la desinformación en la primera fase de la pandemia de covid-19: restringió la cantidad de veces que un usuario podía reenviar algo y desarrolló sistemas automatizados que detectan y marcan contenido objetable.

A diferencia de los gigantes de Silicon Valley como Facebook y Twitter, que ejecutan programas muy públicos contra la desinformación, Brooking destacó que "Telegram es famosamente laxo o ausente en su política de moderación de contenido".

En consecuencia, la pandemia vio a muchos recién llegados a Telegram, incluidos destacados activistas antivacunas amparados por el descontrol para compartir información falsa sobre vacunas, según un estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico.

- "Más proactivo" -

A diferencia de Facebook, Google y Twitter, el fundador de Telegram, el ruso Pavel Durov, dirige su empresa en relativo secreto desde Dubái.

Sin embargo, el 27 de febrero, admitió desde su cuenta en ruso que "los canales de Telegram se están convirtiendo cada vez más en una fuente de información no verificada relacionada" con el conflicto en Ucrania.

Aunque primero esbozó que restringiría algunos canales en Rusia y Ucrania "durante la duración del conflicto" debido a la imposibilidad de verificar el contenido en todos, cambió su postura después de que muchos usuarios se quejaron de que Telegram era una fuente importante de información.

Oleksandra Matviichuk, abogada con sede en Kiev y directora del Centro para las Libertades Civiles, calificó la posición de Durov de "muy débil".

"Tiene que empezar a ser más proactivo y encontrar una solución real a esta situación, no quedarse a la expectativa sin interferir. Es una posición muy irresponsable la del dueño de Telegram", opinó.

En Estados Unidos, el perfil público más bajo de Telegram lo ha ayudado a evitar el escrutinio del Congreso, pero no ha pasado desapercibido.

Algunas personas usaron la plataforma para organizarse antes del ataque contra la sede del Congreso de Estados Unidos a inicios de enero de 2021, y el mes pasado el senador Mark Warner envió una carta a Durov instándolo a frenar las operaciones de información rusas en Telegram.

lba/adm/wd/des/dva/llu/rsr