Singapur estudia última apelación de reo con discapacidad condenado a muerte

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Singapur, 1 mar Un tribunal de Singapur escuchó este martes la última apelación a una sentencia a muerte por tráfico de drogas contra un preso malasio con discapacidad mental, cuyo caso ha sido denunciado por organismos internacionales. “La vista de Nagen (Dharmalingam) ha terminado y se espera el veredicto, con los jueces asegurando que regresarán pronto”, subraya la organización Transformative Justice Collective en su cuenta en redes sociales. Kirsten Han, coordinadora de esta ONG local, que lucha por eliminar la pena de muerte en la ciudad-Estado, dijo a Efe que no se espera una resolución hoy y que cree que esta será “la última oportunidad en términos de solicitudes judiciales” para el preso, Nagaenthran Dharmalingam. El malasio fue arrestado en abril de 2009 por introducir 42,72 gramos de heroína en Singapur y resultó condenado a muerte un año después. En noviembre de 2021, un tribunal de Singapur suspendió su ejecución hasta que una apelación presentada por sus abogados fuese escuchada, lo que ocurrió este martes. El caso de Nagaenthran, con una discapacidad intelectual diagnosticada, ha despertado las críticas de la ONU y la delegación de la Unión Europea en Singapur, que han pedido que se paralice su ejecución, así como de numerosas organizaciones en contra de la pena capital. De fallar a favor de su ejecución, el último recurso para evitar el ahorcamiento sería un perdón presidencial, si bien algo así no ha ocurrido en más de una década. La madre del preso, Panchalai, ha escrito una petición de clemencia a los líderes de la próspera isla, en la que subraya las deficiencias intelectuales de su hijo y denuncia la inexistencia de apoyo durante el procesamiento para que entendiera los cargos en su contra. Según publica Transformative Justice Collective en su página web, la madre del malasio lamenta que el estado mental de su hijo es “tan pobre” que no puede entender que será ahorcado. “Estoy muy preocupada porque Nagen no parece entender que ‘ejecución’ significa que va a morir”, añade. Singapur tiene una de las leyes anti drogas más draconianas del planeta, y activistas alertan de que la práctica saturación actual en el corredor de la muerte –donde se estima que la mayoría están condenados por tráfico de drogas- puede derivar en una aceleración de ejecuciones tras dos años de parón. EFE pav/raa/alf