Manifestantes y obispos protestan contra el regreso de un gobierno autoritario en Filipinas

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Cientos de personas se manifestaron el viernes en Filipinas el día del aniversario del derrocamiento del dictador Ferdinand Marcos, y los obispos llamaron a los fieles a impedir el regreso de un régimen autoritario liderado por su hijo en las próximas elecciones.

Cerca de 1.100 manifestantes, según la policía, se reunieron en una carretera de Manila, la capital, en la que millones de personas se congregaron hace 36 años para poner fin a los 20 años de dictadura de Marcos.

Los manifestantes rechazan la candidatura de Ferdinand "Bongbong" Marcos Junior a la presidencia y la de Sara Duterte, la hija del actual presidente Rodrigo Duterte, a la vicepresidencia.

Marcos Junior, favorito en los sondeos, ha tratado de desviar el debate público de los abusos cometidos bajo el gobierno de su padre, como las torturas, las ejecuciones y la malversación de fondos.

"No queremos una repetición (de la presidencia de Marcos), porque demostró que los Marcos eran corruptos", explicó a la AFP Jandell Roperos, un manifestante de 25 años.

En 1986, durante cuatro días, millones de personas se reunieron en esa carretera a petición de los obispos para proteger a un pequeño grupo de soldados acuartelados en un campamento militar después de que Marcos descubriera su intento de golpe de Estado.

La protesta obligó al dirigente a huir con su familia a Estados Unidos.

En una carta, la Conferencia Episcopal Filipina dijo que era el deber de los votantes del país, predominantemente católico, rechazar el "revisionismo histórico" de la actual campaña, que, según los prelados, pretende encubrir los abusos cometidos bajo el mandato de Marcos.

Aunque el documento subraya que la intención de los obispos no es "usurpar el papel del gobierno" ni hacer la elección por el pueblo, afirma que es deber y derecho de los católicos "utilizar su libertad de voto para promover el bien común".

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