Los hoteles de Roma se quedan vacíos por la crisis del covid-19

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Los hoteles de Roma, desde los establecimientos de lujo de la mítica vía Veneto hasta las modestas pensiones del Trastevere, han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de la crisis de la pandemia de covid-19.

Según un estudio del sindicato Unindustria y de la Cámara de Comercio de Roma, presentado a principios de febrero, el número de turistas en la capital italiana cayó de 19,5 millones en 2019 --de los cuales 9,2 millones eran extranjeros-- a 4,1 millones en 2020 (1,6 millones eran extranjeros).

En 2021 esa cifra cayó aún más, hasta 2,8 millones, de los cuales un millón eran extranjeros.

Oficialmente, de los aproximadamente 1.200 hoteles de Roma, 410 están actualmente cerrados y los demás trabajan al 30% de sus capacidades, alertó en febrero el responsable de turismo del ayuntamiento de Roma, Alessandro Onorato, en una entrevista con el diario Corriere della Sera.

Pero para los hoteleros, la realidad es aún más sombría.

"Cerca de 600 de los 1.200 hoteles están cerrados y los que están abiertos funcionan al 20 o al 25%. Unos 400 no han vuelto a abrir desde su cierre debido a la pandemia y es posible que nunca vuelvan a hacerlo", asegura a la AFP Walter Pecoraro, gerente de un hotel justo al lado de los Foros Imperiales, en pleno centro de Roma, y también presidente de la federación hotelera de la región del Lacio.

En Londres o París, la tasa de ocupación de los hoteles ha vuelto a más del 60%, todavía lejos de los niveles prepandemia pero mucho más alta que en Roma, según estadísticas profesionales.

Según Walter Pecoraro, la situación actual se debe al coronavirus, a la competencia de Airbnb, a los que alquilan habitaciones no declaradas y a las normas sanitarias.

"Desde la Unión Europea, se puede entrar en Italia con una simple prueba negativa de covid-19, pero luego no se puede entrar en un hotel, un restaurante o un bar si uno no tiene el pase de vacunación", explica.

- "Competencia desleal" -

"Durante los tres años anteriores a la pandemia de coronavirus, las diversas estructuras ilegales, como las habitaciones o departamentos de alquiler que no declaran nada a Hacienda, han reducido nuestro volumen de negocios en un 30%, debido a sus precios más bajos", denuncia.

El ministerio de Turismo, la agencia nacional de Turismo y el departamento de Turismo del ayuntamiento de Roma no confirmaron ni desmintieron estas cifras.

Pero el responsable de la federación de hoteleros de Roma ya había denunciado la "competencia desleal" de los arrendadores privados, en particular Airbnb, que pone en peligro la propia existencia de los hoteles de una, dos y tres estrellas.

La hostelería está en crisis, pero no todos los segmentos se ven afectados de manera uniforme.

Según el estudio de Unindustria, 20 nuevos hoteles abrirán de aquí a 2023 en Roma, pero serán exclusivamente establecimientos de lujo, clasificados al menos "4 estrellas superiores".

"Yo aposté por una clientela diferente y adinerada, con la decisión de invertir en el hotel para entrar en el circuito de la marca Hilton", explica Pecoraro, cuyo establecimiento está en plena renovación.

Otro problema que afecta a la frecuentación hotelera es "la falta de reconocimiento" en la UE "de las vacunas anticovid rusas y chinas para la obtención del pase sanitario", lamentó a principios de febrero la federación italiana de empresas de Viajes y Turismo (Fiavet).

Antes del covid-19, el turismo representaba cerca del 14% del PIB italiano.

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