Los rebeldes hutíes cierran seis radios en la capital de Yemen

Los rebeldes hutíes de Yemen han cerrado seis emisoras de radio en la capital, Saná, alegando que no contaban con algunas autorizaciones necesarias, indicó el sindicato nacional de periodistas.

Miembros de la prensa yemení que pidieron no revelar su identidad afirmaron que es probable que las radios fueran clausuradas después de que se negaran a retransmitir la propaganda de los insurgentes -como himnos de guerra- o por haber difundido música, prohibida según la interpretación que los hutíes hacen del islam.

Los rebeldes se apoderaron de Saná en 2014 y también de la mayoría del norte del país, dando lugar a una guerra civil que ha devastado Yemen, un país que atraviesa una de las peores crisis humanitarias del mundo. Allá donde gobiernan, imponen unas estrictas normas en ámbitos como la vestimenta, la separación por sexos o el del ocio.

Las fuerzas de seguridad de los hutíes "realizaron una incursión en los locales de la radio 'La voz de Yemen' el martes e interrumpieron su difusión", informó el sábado el sindicato de periodistas, citando un comunicado de la radio. Al parecer, la emisora fue cesada porque le faltaban unos documentos de trabajo.

El sindicato, que preciso que también se habían cerrado otras seis radios, condenó unas "medidas arbitrarias que restringen la libertad de expresión" y pidió que se permita operar a las emisoras suspendidas.

Por su parte, los hutíes dijeron que habían cerrado esas radios porque no respetaban las normas de su Ministerio de la Información, algo que el dueño de una radio descartó ante la AFP, pidiendo el anonimato.

"Los hutíes han cerrado las radios porque consideraban que sus programas eran hostiles a Yemen", señaló el directivo.

Según él, los insurgentes piensan que "los programas de la radio deben movilizar a la población para que les apoye".

Una coalición militar dirigida por Arabia Saudita, en la que participa Emiratos Árabes Unidos, interviene en Yemen desde 2015 en apoyo al gobierno contra los insurgentes, afines a Irán.

Según la ONU, el conflicto ha dejado ya 377.000 muertos y ha puesto a la población, de 30 millones de personas, al borde de una hambruna generalizada.

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