El jefe de la Armada alemana dimite tras declaraciones controvertidas sobre Ucrania

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El jefe de la Armada alemana tuvo que dimitir el sábado tras haber apoyado a Rusia en su enfrentamiento con Occidente en relación a Ucrania y después de que Kiev criticara a Berlín por negarse a suministrarle armas.

El vicealmirante Kay-Achim Schönbach dejará su cargo "con efecto inmediato", informó el sábado a la AFP un portavoz del Ministerio de Defensa.

El oficial desencadenó una tormenta diplomática al descalificar como "sinsentido" la idea de que Rusia pretendiera invadir Ucrania, mientras su propio país - Alemania - y sus aliados occidentales alertan de ese peligro desde hace semanas.

Schönbach se expresó durante una reunión de un laboratorio de ideas el viernes en Nueva Delhi y cuyo contenido circuló por vídeo en las redes sociales.

"Es fácil darle [a Putin] el respeto que quiere, y probablemente también merece", afirmó el vicealmirante.

También sostuvo que la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, "se ha ido y no volverá" a estar bajo la soberanía de Ucrania, lo que provocó el enfado de Kiev. Esta declaración también se contrapone a la posición alemana, que pide que Crimea vuelva a ser parte de Ucrania.

El alto oficial hizo por la tarde un mea culpa, calificando sus declaraciones de "irreflexivas". "No hay necesidad de objetar: fue claramente un error", escribió en un tuit.

Pero sus palabras provocaron una pequeña crisis diplomática con Ucrania, que en la tarde convocó a la embajadora alemana, Anka Feldhusen, tras tachar los comentarios de "absolutamente inaceptables".

En un comunicado emitido por la noche, el militar de 56 años, que hasta ahora había desarrollado una carrera irreprochable, explicó que había presentado su dimisión para "evitar más daños a la Armada alemana y, sobre todo, a la República Federal de Alemania".

- Relaciones tensas -

Las relaciones entre Ucrania y Alemania están en un momento delicado.

Kiev acusó el sábado a Berlín de "alentar" al presidente Putin después de que Alemania se negara a suministrarle armas. Ucrania teme una invasión ante el despliegue masivo de tropas rusas en su frontera.

Para evitar que la situación se deteriore, tanto Rusia como Estados Unidos mantuvieron esfuerzos diplomáticos y acordaron proseguir las conversaciones la próxima semana.

El Kremlin niega cualquier intención bélica, pero condiciona la desescalada a tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa.

En ese contexto, Estados Unidos, Reino Unido y los países bálticos anunciaron el envío de armas a Ucrania, incluyendo misiles antitanques y antiaéreos.

Alemania dijo el sábado que entregaría un "hospital de campaña" a Ucrania en febrero, pero rechazó la idea de enviar armas a la exrepública soviética.

"Hoy, la unidad de Occidente frente a Rusia es más importante que nunca", dijo en Twitter el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba.

"Los socios alemanes deben dejar de socavar la unidad con tales palabras y acciones y desalentar a Vladimir Putin a lanzar un nuevo ataque contra Ucrania", insistió.

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