Alemania y Francia exhiben divisiones sobre normas presupuestarias

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Alemania y Francia deslizaron este lunes diferentes visiones sobre el futuro de la economía europea, lo que sugiere una lucha tensa durante este año para revisar las estrictas reglas del bloque sobre el gasto público.

La UE busca simplificar las reglas desde hace décadas sobre la gestión de los presupuestos nacionales, y en esa discusión las posiciones adoptadas por las dos principales economías de la eurozona serán decisivas.

Esta normativa obliga a los países miembros de la eurozona a cooperar más estrechamente al elaborar sus planes de gastos, un ejercicio que ganó gran importancia después de la crisis de la deuda de 2010-15, que amenazó la supervivencia de la moneda única.

El nuevo ministro alemán de finanzas, Christian Lindner, en su primera reunión con sus homólogos de la eurozona, mostró claramente  que su atención se centra en mantener el gasto bajo control.

Aunque forma parte de una coalición recién instalada con el centro izquierda y los verdes, Lindner proviene del liberal partido FDP, que tradicionalmente se ha aferrado a una sólida política de gasto y cero déficit.

"Es crucial que sigamos prestando atención a la importancia de las reglas fiscales", dijo Lindner al llegar a la sede de las reuniones, en Bruselas.

"Las reglas fiscales son cruciales para mantener la credibilidad de los gobiernos frente a los mercados de capital", señaló.

Las normas -que en su conjunto son conocidas como Pacto de Estabilidad y Crecimiento- limitan la deuda pública al 60% del PIB de cada economía nacional, y el déficit anual al 3%.

Pero esta norma a menudo es ignorada. Francia, Bélgica,Italia, España y Grecia, por ejemplo, tienen índices de deuda superiores al 100% del PIB.

En respuesta a la pandemia de covid-19, las reglas se suspendieron en 2020 y volverán a entrar en vigor a finales del presente año, posiblemente con nuevas metas.

A su vez, el ministro francés de finanzas, Bruno Le Maire, no negó la importancia de las reglas, pero insistió en que toda la energía del bloque debe centrarse en el crecimiento.

“Primero debe ser un pacto de crecimiento. El crecimiento viene antes que la estabilidad”, dijo Le Maire.

En tanto, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo que no tenía "ideas pre cocinadas o posiciones predeterminadas" y que la Comisión escucharía lo que los estados miembros tuvieran que decir, con un "espíritu constructivo".

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