Lima refuerza controles en sus playas ante la ola de covid-19 en Perú

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El ingreso de bañistas a las principales playas de Lima está siendo minuciosamente controlado por debido avance de la tercera ola de covid impulsada por la variante ómicron.

Las playas de los distritos de Chorrillos y Barranco, al sur de Lima -que previo a la pandemia se inundaban de toldos y bañistas listos para disfrutar del mar refrescante en verano-, ahora solo pueden accederse en áreas delimitadas para cada grupo familiar.

Estos espacios específicos deben reservarse previamente a través de la página web del gobierno municipal, y de forma gratuita.

Un reportero de la AFP pudo comprobar que se les pide a las personas el carnet con doble vacunación contra el covid-19, mientras se comprueba que se efectuó la reserva del espacio en la arena.

En la playa Agua Dulce, de las más visitadas en la zona, hay disponibles 250 'boxes', que consisten en cuadrículas de 4 metros por cada lado fijadas con cuerdas, y que pueden albergar hasta 6 personas.

Liz Alegre, una ama de casa de 40 años de edad, afirmó a la AFP que "después de dos años, hemos regresado a las playas y pues sí hemos tenido que hacer reservas. Se agotaron muy rápido pero al fin encontramos después de una semana, lo hemos encontrado más organizado".

La pandemia del covid-19, que en Perú ha causado más de 2,5 millones de contagios y 203.302 fallecidos desde 2020, provocó una larga cuarentena y el cierre de muchas playas.

En el pasado Año Nuevo en Perú se ordenó cerrar playas y piscinas públicas, para evitar aglomeraciones y riesgos que puedan propagar nuevos contagios.

En Chorrillos las autoridades también controlan que no se ingrese con alimentos o bebidas alcohólicas, aunque hay vendedores ambulantes de alimentos ligeros, que pueden consumirse en áreas específicas y no en la arena.

Esto como precaución frente a la agresividad de la variante ómicron del covid-19, que en la zona metropolitana de Lima ya representa más de 80% de los casos positivos.

"A raíz de las fiestas de Navidad y Año Nuevo el descuido ha sido total, la gente se ha confiado, y lo peor es que se juntas familias y se quitan las mascarillas en lugares cerrados", cuestiona Catherine Tirado, una ama de casa de 42 años que disfrutaba del sol y la arena durante este sábado.

Perú tiene la mayor tasa de mortalidad por covid-19 en el mundo, con 6.160 fallecidos por millón de habitantes, según un balance de la AFP basado en cifras oficiales.

et/gm