Un mártir y Maradona: una visita a los santos patronos de Nápoles

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ARCHIVO - Maradona es una figura de culto en Nápoles. Tras su muerte se convirtió para muchos en una especie de nuevo santo de la ciudad. Foto: Jan Woitas/dpa
ARCHIVO - Maradona es una figura de culto en Nápoles. Tras su muerte se convirtió para muchos en una especie de nuevo santo de la ciudad. Foto: Jan Woitas/dpa

Los habitantes de Nápoles son gente devota y los altares familiares adornan las callejuelas del centro histórico. El fallecido astro argentino del fútbol Diego Armando Maradona se convirtió en una especie de nuevo santo de la ciudad, un culto que incluso adquiere rasgos extravagantes.

El taxista Gianmarco conduce por el paseo marítimo de Nápoles y, al igual que la mayoría de los otros habitantes de esta ciudad del sur de Italia, lleva en el parabrisas una imagen del patrono de la ciudad, San Genaro.

"Sin su protección, nuestra vida sería inimaginable", asegura el taxista. La vista sobre la metrópoli, sus colinas, sus castillos y el azul profundo del Golfo de Nápoles es sencillamente magnífica.

Los napolitanos honran al patrón de la ciudad, quien falleció como mártir en el año 305 después de Cristo y que en 1631 habría escuchado las plegarias de los habitantes: se le adjudica haber frenado una erupción del Vesuvio y haber preservado así de la destrucción a la popular ciudad del sur de Italia, según indica la leyenda.

Fe y superstición

"Debido a la cercanía con el Vesuvio, los habitantes de Nápoles siempre consideraron crucial para la supervivencia confiar en un santo que los protegiera de la furia del volcán", explica el historiador Gianni Russo.

"Tres veces por año renovamos nuestro estrecho vínculo con San Genaro en la Catedral", indica. En esos días, según reza la creencia, la sangre del santo, conservada en una reliquia transparente, se convierte en líquida ante los ojos de los presentes.

"Si no se produjera el milagro de la sangre, eso sería un mal presagio", asevera el historiador Russo, aunque con un guiño de ojos.

El historiador asegura que la fe y la superstición conviven codo a codo en Nápoles, mientras agita demostrativamente su cornicello junto a la llave del coche, un pequeño cuerno de color rojo oscuro que se supone que protege contra el mal de ojo.

Los napolitanos, profundamente católicos, cuentan con numerosos patronos protectores. Antonio della Corte puntualiza que en total son 52, aunque San Genaro es por lejos el más importante. Este hombre joven procede del barrio Sanità, uno de los más pobres de la ciudad, que limita con las magníficas catacumbas de San Genaro.

Aquí se fundó en el año 2006 la cooperativa Paranza. Muchas personas jóvenes de Sanità encontraron trabajo en las catacumbas, que durante muchos años estuvieron cerradas.

"Nuestro barrio se revalorizó, a fin de cuentas, gracias a San Genaro", comenta Antonio. Actualmente conduce a diario a turistas por las instalaciones del cementerio construido en toba volcánica, con sus maravillosos frescos y mosaicos.

Una historia de amor muy especial

Sin embargo, este santo de larga tradición recibió una competencia de talla: la de Maradona. Tras su muerte en noviembre de 2020, con tan solo 60 años, el legendario futbolista se convirtió en una suerte de nuevo patrono de la ciudad.

Porque, en definitiva, nadie se olvida de que condujo en dos ocasiones al Nápoli a la conquista del Scudetto de la Serie A.

La imagen de Maradona está estampada en las paredes, farolas y puertas de prácticamente todas las calles.

En la tradicional Vía San Gregorio Armeno, en el centro histórico de Nápoles, su figura es un éxito de ventas en todos los tamaños y variaciones, incluso en una versión como ángel con alas.

"Nadie combina lo santo y lo profano con tanta facilidad como nosotros, los napolitanos", señala en broma Gianni Russo. "Nápoles y Maradona, esta es una historia de amor muy especial".

Cabellera detrás del vidrio

Unas pocas cuadras más allá está el Bar Nilo, donde el culto a Maradona adopta rasgos extravagantes. Allí puede admirarse la cabellera del futbolista argentino, preservada detrás de un vidrio.

Pero, ¿cómo llegó hasta allí?, se preguntará probablemente el visitante extranjero. La historia que se esconde detrás es grandiosa.

Se dice que el propietario del bar, Bruno Alcidi, se encontraba sentado en el avión detrás de Maradona, luego de un partido como visitante en Milán. 

En el apoyacabezas que tenía delante suyo, supuestamente descubrió un pequeño mechón de pelo del gran ídolo y se lo llevó, cuidadosamente, dentro de un paquete de cigarrillos.

Después, de regreso en Nápoles, Alcidi se construyó su altar completamente privado con el "capello miracoloso di Maradona", el cabello milagroso del futbolista, acompañado por fotos y una imagen de la Virgen María.

Para ello, el propietario del bar se inspiró en numerosos altares con figuras de la Virgen, que en el centro histórico de Nápoles pueden verse prácticamente en todas las esquinas. Antes de que hubiera electricidad, eran las únicas fuentes de luz por las noches.

Los fans se reúnen todas las noches

Junto al Bar de Alcidi, también hay otro punto de peregrinación para los fans de Maradona. Para llegar a él hay que ascender con guapeza por la empinada red de estrechas callejuelas en el Quarteri Spagnoli y prestar atención entretanto a no ser embestido por un ciclomotor.

Frente a la taberna Bodega de Dios se levanta un moderno templo a Maradona al aire libre, coronado por un gigantesco mural del astro del fútbol mundial.

Aquí, donde en el siglo XVI las familias de las tropas españolas encontraron una modesta morada, se reúnen ahora los aficionados todas las noches. En la plaza frente a la taberna, además de camisetas, pueden encontrarse todos los objetos imaginables para rendirle tributo a Maradona. 

Susi Bostik, la hija del dueño de la taberna, está orgullosa de la estrella: "Le devolvió la dignidad a nuestra ciudad y al sur pobre de Italia. Desde Maradona, ya no tenemos complejos de inferioridad ante el norte".

Y hay algo más se modificó para bien: "Antes, ningún extranjero se animaba a subir hasta aquí, pero hoy nuestro barrio es seguro", añade Bostik.

Mientras tanto, la administración de la ciudad hace todo lo posible por mejorar la imagen de los tres barrios tradicionales de la ciudad histórica de Nápoles. 

Por ejemplo, comenzó a alejar los altares dedicados a los jóvenes jefes de la Camorra en Forcella, Sanità o Quartieri Spagnoli, muchas veces incluso en medio de las protestas de los habitantes. 

A poca distancia del bar de Bostik, en la Piazzetta Parrocchiella, un mural en turquesa chillón le rinde homenaje a Ugo Russo. El muchacho murió a manos de la policía con tan solo 15 años, al utilizar una pistola de plástico durante un robo.

Muy pronto, esta imagen desaparecerá. Aunque Susi Bostik y sus amigos no están de acuerdo con esto. Sin embargo, les queda un consuelo: "Al fin y al cabo tenemos a nuestro ídolo, Diego Maradona", apunta la napolitana.

Informaciones sobre Nápoles:

Entre las excursiones que pueden realizarse desde Nápoles, puede tomarse un bote rápido o transbordador desde el puerto hacia Capri, Ischia o Procida.

Además, con los trenes de cercanías o buses puede llegarse a Pompeya o a la Costa Amalfitana. También bien vale la pena una excursión a la pequeña ciudad portuaria de Pozzuoli, con sus joyas arqueológicas como el Templo de Augusto y el Anfiteatro. Y, en el paseo marítimo, hay numerosos restaurantes.

Para ingresar, se requiere un Certificado COVID Digital de la UE, con el que se comprueba la vacunación, recuperación o un test negativo de coronavirus. Para numerosas áreas de la vida pública, es obligatorio tener este documento.

dpa