Fundadora de Theranos admite haber intentado impedir la publicación de artículos comprometedores

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La exestrella de la biotecnología Elizabeth Holmes, actualmente juzgada por fraude, reconoció el martes haber recurrido a Rupert Murdoch, propietario del Wall Street Journal (WSJ), para intentar detener al diario estadounidense de publicar una investigación que precipitó la caída de su empresa, Theranos.

El magnate de la prensa venía de invertir más de 100 millones de dólares en la sociedad que prometía revolucionar los diagnósticos sanguíneos, pero las máquinas nunca funcionaron y los inversores perdieron millones de dólares.

En 2015, la exdirectiva le envió un correo electrónico escribiéndole que quería, sin dudas, "estar al tanto" de la redacción de un artículo crítico con la empresa.

"No puedo decirlo de otro modo, la manera en la que hemos gestionado el asunto del Wall Street Journal fue un desastre", declaró Holmes.

La carismática empresaria tenía 19 años cuando fundó Theranos en 2003.

Desde hace unos días, con la ayuda de sus abogados, se presenta como una innovadora de buena fe, que ciertamente ha cometido errores, pero creyente del potencial de su tecnología.

Holmes puede ser condenada a decenas de años de cárcel si la fiscalía convence al jurado de que ha intentado engañar a los inversores y al público.

El fiscal Robert Leach pidió explicar por qué una empleada que había revelado información al WSJ fue despedida y amenazada con una demanda.

"Yo no creo que tuviera razón, pero debía haber sido tratada de manera diferente", dijo la acusada.

El lunes, Holmes denunció abusos sexuales sufridos por parte de su exsocio y amante Ramesh "Sunny" Balwani, 19 años mayor que ella, que dirigía la parte operativa de su fallida empresa de análisis de sangre.

Holmes afirmó a la corte que Balwani la controlaba de cerca, dictaba su dieta y su horario y la alejaba de su familia.

La acusada mostró mensajes de texto donde Balwani le decía que quería "matar a la vieja Elizabeth" y "darle forma" en una nueva persona, más masculina y menos "niña".

"Me gritaba, diciendo que estaba decepcionado por mi mediocridad", precisó Holmes con una voz temblorosa.

El exgerente, que debe ser juzgado por separado, negó las acusaciones de abuso, descritas por su abogado como "atrevidas e incendiarias", en los documentos jurídicos.

La estrategia de defensa de Holmes consiste en culpar a Balwani, así como a quien fuera su director de laboratorio.

Pero "al final, todo lo que pasa en su empresa cae bajo su responsabilidad, ¿no es así?", le preguntó Leach a la acusada.

"Así es como yo veía las cosas", respondió.

gc/juj/atm/dga