Riquísimas y saludables: las uvas de mesa y sus propiedades

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Rote Trauben haengen am 16.09.2019 an den Reben eines Weinbergs in Petrcane bei Zadar (Kroatien). Foto: Franziska Gabbert
Rote Trauben haengen am 16.09.2019 an den Reben eines Weinbergs in Petrcane bei Zadar (Kroatien). Foto: Franziska Gabbert

Cuando es temporada de uvas, las vemos en todas partes: en el supermercado, en el mercadillo y en la tienda de productos orgánicos. Su sabor dulce y fresco y sus inigualables propiedades hacen que sea una fruta jugosa ideal para cuando uno hace una pausa. Además, solo hay que lavarlas y disfrutar de ese sabor dulce que se desparrama por todo el paladar.

¿Pero por qué a veces queda un olor un tanto desagradable en las manos cuando comemos uvas? Es por el azufre que las recubre para aumentar su durabilidad. Por suerte, no es algo que afecte el sabor.

¿Es el azufre perjudicial para la salud? "Depende", advierte el nutricionista Johannes Georg Wechsler, quien trabaja en Múnich.

¿Por qué azufre?

Las uvas de mesa son extremadamente sensibles, por lo que, en un viñedo convencional, suelen aplicarse pesticidas (entre otros, el azufre) para proteger las cáscaras de las inclemencias del tiempo, de los hongos y de las bacterias.

Las uvas siempre llaman la atención cuando se hacen análisis de los productos fitosanitarios que contienen las frutas. Según un análisis realizado en 2019 en Alemania, las uvas podían llegar a tener restos de más de diez tipos distintos de pesticidas.

Por un lado, esto no es problemático mientras no se sobrepasen los niveles límite establecidos. Por el otro, "los efectos de los pesticidas en la salud aún no han sido exhaustivamente estudiados", advierte Wechsler, que es presidente de la Asociación de Nutricionistas de Alemania (BDEM) e indica que hasta ahora, por tomar un ejemplo, se parte de la base de que un gramo de azufre por kilo de uvas no es perjudicial. Sin embargo, en el caso de personas muy sensibles el azufre, la sustancia podría disparar algún tipo de alergia o ataque de asma.

Más que solo vitaminas

Pese a todo, las uvas de mesa son una fruta muy demandada en muchas latitudes. En Alemania, por ejemplo, están entre las frutas que más gustan, junto a las bananas y las manzanas.

Las uvas contienen fibra y ácido frutal que mantienen en buen funcionamiento el intestino. "Además, esta fruta aporta muchas vitaminas, y también vitamina B, como ácido fólico", dice la nutricionista Antje Gahl. Tienen asimismo alto contenido de potasio, calcio, fósforo, magnesio y hierro.

Pueden ser de color azul oscuro, rojizas, amarillas o verdes. Si bien el color no da la pauta sobre el sabor de la fruta, sí se sabe que "las rojizas y las azules son claramente más sanas" porque tienen mayor contenido de metabolitos secundarios de plantas que tienen un efecto antiinflamatorio en el organismo, explica Wechsler.

También hay diferencia si uno come la uva con o sin semillas. "A las personas sanas les recomiendo comer las semillas porque contienen tanino y fibra", dice la nutricionista Gahl. Pero si alguien presenta algún cuadro intestinal es mejor que no las ingiera. Ante cualquier duda, más vale consultar al médico de cabecera sobre cuál es la mejor opción.

¿Dieta de uvas? ¡Que sea breve!

Las uvas aportan 70 kilocalorías cada 100 gramos, bastante más que muchas otras frutas. Pero como tienen un alto contenido de agua y mucha fibra, muchos dicen que no hay nada mejor que una dieta de uvas para bajar un par de kilos, y lo hacen comiendo un kilo por día.

"Desde el punto de vista de la nutrición, no hay mucho que objetar mientras no se trate de una persona con diabetes mellitus y uno lo haga solo cada tanto y por un día", dice Wechsler, que no recomienda sostener este tipo de dieta durante más de dos a tres días consecutivos. "Es demasiado incompleta", indica.

Su alto nivel de glucosa y fructosa hace que las uvas sean un maravilloso aporte de energía para el cuerpo, pero si alguien se limita a comer uvas todo el día pronto notará que le faltarán nutrientes fundamentales, como las proteínas.

Excelentes para acompañar un queso

"Las uvas son un gran aporte a una dieta variada", dice Gahl, quien opina que no hay nada más exquisito que comerlas con queso. Otro detalle delicioso y además sorpresivo es utilizarlas para decorar una ensalada. O justamente para comerse un puñado en alguna pausa.

Pero antes de disfrutarlas es importante "lavarlas muy bien, bajo agua corriente y tibia", dice Wechsler. Al lavarlas desaparece un poco el aroma a azufre. ¡Y los dedos no apestan tanto!

dpa