La USAID advierte que la marcha rebelde sobre la capital etíope empeorará la situación humanitaria

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Una marcha de rebeldes en la capital etíope agravaría la crisis humanitaria en el norte del país y complicaría la entrega de la ayuda, ya perturbada por la obstrucción "flagrante" del gobierno, dijo el jueves a la AFP un funcionario humanitario estadounidense.

El frente de Liberación Popular de Tigré (TPLF), que ha estado combatiendo a las fuerzas progubernamentales durante el último año, anunció el miércoles que se había apoderado de la ciudad de Kemissie, ubicada a 325 kilómetros al norte de Addis Abeba.

Un portavoz del TPLF dijo que los rebeldes de Tigré se han sumado a los combatientes de un grupo rebelde de la etnia Oromo, el Ejército de Liberación Oromo (OLA), que por su parte afirmó que Addis Abeba podría caer en unas pocas semanas.

"Cualquier marcha hacia Addis provocaría un aumento del desplazamiento (de la población), un aumento de las necesidades y el sufrimiento del pueblo etíope", dijo un alto funcionario de la agencia de ayuda estadounidense USAID.

"Esto aumentaría efectivamente la necesidad de asistencia humanitaria, al tiempo que complicaría la capacidad de entregar esa asistencia", agregó.

Ante la reciente reanudación de combates en el norte del país, Estados Unidos pidió a todas las partes que cesaran las hostilidades. Su emisario en el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, debía llegar a Addis Abeba el jueves para promover una solución pacífica al conflicto.

La embajada de Estados Unidos anunció el jueves que permitirá la salida voluntaria de la mayoría de su personal y sus familias.

La embajada advierte en su sitio web que "es probable una mayor escalada, que podría provocar escasez de suministro, cortes en las comunicaciones e perturbaciones en los viajes".

La administración estadounidense ha sido una de las más críticas del gobierno federal etíope, que ha estado en guerra desde hace un año contra el anterior gobierno regional de Tigré.

El Primer ministro Abiy Ahmed envió al ejército a Tigray el 4 de noviembre de 2020 para destituir a las autoridades del TPLF, a quienes acusó de haber atacado bases militares.

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