Pese a las sanciones dictadas el lunes por la UEFA por los incidentes en torno a la final de la Eurocopa-2020 de julio en Londres, el Reino Unido sigue confiando en poder conseguir la sede del Mundial de fútbol de 2030, en un proyecto conjunto con Irlanda, indicó el martes un responsable de la agencia británica del deporte.
"Hay lecciones por aprender, la FA (Federación Inglesa de Fútbol) encargó una auditoría (...) Es algo muy grave, pero no creo que esto signifique que nuestra candidatura queda dañada", estimó Simon Morton, director general de UK Sport.
Morton forma parte de un grupo de trabajo encargado de estudiar la eventual candidatura de Reino Unido e Irlanda para organizar el Mundial, después de que Catar acoja la cita de 2022 y que en 2026 se dispute en Estados Unidos, México y Canadá.
La UEFA castigó a Inglaterra con un partido a puerta cerrada en firme -y otro con cumplimiento en suspenso-, así como a una multa de 100.000 euros (116.000 dólares), por el comportamiento violento de hinchas ingleses antes y durante la final de la Eurocopa-2020, que el equipo de Gareth Southgate perdió en la tanda de penales ante Italia.
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