Los socialistas españoles reivindican la socialdemocracia ante la crisis

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El presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sanchez, saluda en el plenario del Congreso Federal del partido en la instalaciones de Feria Valencia y que hoy se clausura.EFE/ Biel Aliño
El presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sanchez, saluda en el plenario del Congreso Federal del partido en la instalaciones de Feria Valencia y que hoy se clausura.EFE/ Biel Aliño

Valencia (España), 17 oct (EFE).- El partido socialista español (PSOE) clausuró este domingo su 40 congreso con un clima de unidad en torno a su líder y actual presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y con una dirección renovada para afrontar próximos retos electorales, y con la socialdemocracia como bandera para superar la crisis provocada por la pandemia.
Para ello el PSOE eligió una nueva dirección, en la que se incluyen a seis ministros, con el fin de garantizar una coordinación plena entre partido y Ejecutivo, y con la que pretenden dar un mensaje de renovación, con nuevas caras y predominio de mujeres.
El PSOE, que gobierna en España en coalición con el grupo de izquierda Unidas Podemos, se enfrenta a los dos últimos años de la actual legislatura con el reto de aplicar los 140.000 millones de euros (unos 160.000 millones de dólares) de fondos de la Unión Europea para superar la crisis tras la pandemia, marcando un perfil progresista.
DEFENSA DE LA SOCIALDEMOCRACIA
Ante estos retos, Sánchez, en su discurso de clausura, hizo una profunda defensa de la socialdemocracia como la opción política que da soluciones "justas" y "solidarias" ante la actual crisis, frente a las políticas "neoliberales" que se aplicaron en 2008, que calificó de crueles e ineficientes.
"El proyecto socialdemócrata es un proyecto de protección de la sociedad", dijo el líder socialista, y ante los políticos que dieron por liquidada esta opción, afirmó que "goza de una salud de hierro".
Recordó que "las sociedades europeas están haciendo una apuesta decidida por la socialdemocracia", y puso como ejemplo las últimas elecciones alemanas.
Hizo continuas referencias a sus antecesores, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y también a los ministros que, durante los casi veinticinco años de gobierno socialista desde la restauración de la democracia en 1977, impulsaron "avances sociales" con leyes como la de la sanidad universal, la educación pública, el sistema de pensiones, la del aborto o la que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El partido socialista se enfrenta a un escenario político complejo en los próximos meses, con un impulso, tanto del partido que está a su izquierda, Unidas Podemos, con quien comparte Gobierno, como desde la derecha, el conservador Partido Popular (PP).
Desde Unidas Podemos, su líder y vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, es una política muy bien valorada y está poniendo en marcha un proyecto para unir a distintos sectores y grupos a la izquierda del PSOE.
Por su parte, el PP, que sufrió dos fuertes reveses electorales en los últimos comicios tras dejar el Gobierno por una moción de censura, está subiendo en intención de voto, según las encuestas, y recorta distancias con el PSOE.
COORDINACIÓN ENTRE GOBIERNO Y PARTIDO
Para tomar impulso ante esta realidad, los socialistas apuestan por una "coordinación absoluta" entre partido, gobierno y grupo parlamentario, según afirmó hoy la vicesecretaria general del PSOE, Ariana Lastra, y para ello, incluyeron a seis ministros en la nueva dirección del partido.
El PSOE tiene como primeros retos las elecciones autonómicas y municipales en año y medio y, si quiere hacer llegar su mensaje a la sociedad, tiene que haber una comunicación total entre todos estos órganos.
Una de las críticas frecuentes al partido socialista en estos años de gobierno es la lejanía entre el Ejecutivo y las bases del PSOE, que son las que están en contacto directo con la ciudadanía, mientras que otras opciones de izquierda se han acercado más a la calle.
DIRECCIÓN RENOVADA
Del congreso socialista sale una dirección renovada, con una treinta personas nuevas y solo doce que se mantienen, encabezados por Pedro Sánchez.
Además, es un equipo joven, con una media de edad de 47 años (diez menos que la saliente), y un 60 0% son mujeres, siguiendo el impulso feminista de los últimos años.
En el nuevo equipo hay también un equilibrio territorial, algo fundamental en un partido con una fuerte tradición federal.
Como ejemplo de la unidad interna que se vivió en este congreso, la nueva dirección contó con el apoyo de casi el 95 % de los delegados, más de veinte puntos más que la anterior, surgida del Congreso de 2017.
En aquella ocasión, el PSOE vivió una fuerte división interna entre Sánchez y la expresidenta de Andalucía Susana Díaz, apoyada por la mayoría de los líderes regionales y antiguos dirigentes socialistas. Y ahora, el líder socialista no tuvo contrincante.