De una infancia trágica a los Juegos Paralímpicos, el destino ejemplar de Asiya Mohammed

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Con dos años, Asiya Mohammed fue atropellada por un tren cerca de su casa en Kenia, lo que le provocó la pérdida de las dos piernas y de varios dedos antes de que el destino la golpease de nuevo dejándola huérfana siete años después. Pero en lugar de sucumbir ante la adversidad se convirtió en deportista paralímpica.

Ella es también la primera remera keniana en clasificarse a los Juegos Paralímpicos de Tokio que comienza a final de mes. Sin embargo, la brillante joven de 29 años, criada por un primo y con estudios de magisterio, no se había inclinado nunca por el deporte hasta que hace cinco años comenzó a ganar peso.

"Como persona con una discapacidad, pesaba 70 kilos, lo que preocupaba mucho a mi familia. Ellos me aconsejaron hacer deporte para perder peso y estar en forma", recuerda.

En aquella época podía elegir en su ciudad de Mombasa entre el tenis, el bádminton o el remo. Y eligió... los tres, ganando medallas en varias competiciones y en pruebas de maratón en silla de ruedas.

Pero el remo lo que le dio el billete para Tokio, donde competirá en las pruebas de skiff PR1.

"Me di cuenta de que prefería el remo por la atmósfera amistosa y decidí practicarlo hasta que lograse clasificarme para los Juegos Paralímpicos", confiesa Asiya.

"Decidí abandonar la enseñanza por completo y centrarme totalmente en el deporte, sobre todo en el remo".

La joven se clasificó a su primera competición internacional, la Gavirate Regatta en Italia, en mayo de 2019.

"Ella finalizó penúltima pero su pasión y su interés por el remo impresionaron a los entrenadores internacionales que asistían a la prueba. Ellos consideraron que no le haría falta mucho tiempo para clasificarse a los campeonatos del mundo y a los paralímpicos", recuerda Joshua Kendagor, un oficial de marina keniano que ejerce como entrenador de Asiya y que la acompañará a Tokio.

- 'Hasta ganar la medalla' -

Su boleto para los Juegos Paralímpicos lo selló en Túnez en octubre de 2019, superando a otras siete participantes que, como ella, sólo se valen de la fuerza de sus brazos para remar.

Pero el recorrido no ha sido fácil para Asiya. Tuvo que remontar numerosos obstáculos y frustraciones, tanto como discapacitada como mujer, todo ello con escaso apoyo económico por parte de las federaciones deportivas del país africano.

Incluso tuvo que buscarse su propio material entre los patrocinadores del equipo masculino para poder participar en Túnez.

"Tenía tanto desaliento y estaba tan frustrada cuando la federación keniana de remo y la federación keniana paralímpica me dijeron que no apoyarían a remeras en las clasificaciones preolímpicas por falta de fondos. Mientras mis colegas masculinos habían recibido un apoyo financiero total del Comité Olímpico Keniano (NOCK)", lamenta.

Su familia y sus amigos decidieron financiar el precio de su billete de avión a Túnez. Con una recompensa: ella es la única remera keniana clasificada a los Juegos Paralímpicos.

"Remaré hasta que gane una medalla en los Juegos Paralímpicos", lanza Asiya.

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