La ciudad afgana de Herat sufre el asedio de los talibanes

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Talibanes y fuerzas gubernamentales reanudaron este sábado los combates en las cercanías de Herat, gran ciudad del oeste de Afganistán, donde en la víspera fueron atacadas unas oficinas de Naciones Unidas, según habitantes y autoridades locales.

De madrugada, el ejército afgano parecía haber sofocado la ofensiva alrededor de esta ciudad de 600.000 habitantes, la tercera más poblada del país, y se había desplegado con fuerza en los lugares donde hubo choques en la víspera.

La calma imperó hasta la tarde, cuando volvieron los enfrentamientos.

"En este momento, hay combates en los suburbios del sur y el sureste de la ciudad de Herat", especialmente en las zonas de Pashtun Pul y Pul Malan, dos puentes situados a una decena de kilómetros de la urbe, declaró a la AFP el gobernador de la provincia de Herat, Abdul Saboor Qani, el sábado por la tarde.

"Las fuerzas de seguridad afganas y las 'fuerzas de resistencia' (milicias antitalibanes) luchan para repeler y destruir a los talibanes. Hemos intentado al máximo proteger a la población, pero el enemigo ha tomado posiciones en domicilios privados. Nos movemos con prudencia para evitar pérdidas civiles", añadió el gobernador.

También hay combates en las inmediaciones del aeropuerto, afirmó Qani, que apareció en la televisión afgana en traje de combate, con un fusil de asalto en el hombro, al lado de Ismail Khan, poderoso jefe de guerra local opuesto a los talibanes, cuyas milicias apoyan a las fuerzas afganas en Herat.

- Fuerzas afganas oponen poca resistencia -

En sus tres meses de ofensiva contra el ejército afgano, los talibanes se apoderaron de numerosos distritos de la provincia de Herat, así como de dos puntos fronterizos en esa zona, el de Islam Qala, principal paso a Irán, y el de Torghundi con Turkmenistán.

El jueves y el viernes ya se habían acercado a los límites de la ciudad, en torno a la cual se habían desplegado fuerzas afganas y milicianos de Ismail Khan.

Según la misión de las Naciones Unidas, la entrada de las oficinas de la UNAMA fue atacada el viernes con lanzacohetes "por elementos antigubernamentales", lo que causó la muerte de un policía afgano que vigilaba el edificio e hirió a varios.

Desde principios de mayo, los talibanes han conquistado grandes territorios rurales de Afganistán, gracias a una ofensiva lanzada en todo el país paralelamente a la retirada de las fuerzas internacionales.

Hasta la fecha, las fuerzas afganas han opuesto poca resistencia y sólo controlan las principales capitales provinciales, algunas cercadas, y la mayoría de las carreteras principales.

En los últimos días, los insurgentes también han aumentado su presión sobre otras dos capitales provinciales del sur del Afganistán: Kandahar, la segunda ciudad del país y cuna de los talibanes, y Lashkar Gah, la capital de Helmand.

Los combates continuaron el sábado en los suburbios de Kandahar (650.000 habitantes), donde helicópteros del ejército afgano bombardearon a los talibanes, según un corresponsal de la AFP.

En las últimas semanas, miles de habitantes han huido de las zonas afectadas por los enfrentamientos para refugiarse en la ciudad.

En Kandahar, la gente está preocupada y más de las tres cuartas partes de los negocios están cerrados, afirmó el corresponsal.

En Lashkar Gah, buena parte de un pequeño hospital privado con una decena de camas, en el que se habían refugiado los talibanes, fue destruido el sábado durante los combates.

"Los combatientes talibanes entraron por la fuerza en el hospital y expulsaron al personal. Llegaron comandos (afganos) y luego pidieron apoyo aéreo", dijo a la AFP Agha Mohamed, que vive cerca.

Sher Ali Shakir, director provincial de Salud Pública, confirmó que "el hospital Ariana Afghan fue bombardeado y destruido en su mayor parte".

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