Junta militar de Birmania comete "crímenes contra la humanidad", según experto de la ONU

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El relator especial de la ONU para Birmania acusó este miércoles a la junta militar, en el poder desde el golpe de Estado del 1 de febrero, de "crímenes contra la humanidad", y pidió a la comunidad internacional poner fin a esta "pesadilla".

En su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Tom Andrews, denunció "los ataques generalizados y sistemáticos de la junta contra el pueblo de Birmania, actos que constituyen crímenes contra la humanidad", así como "la incapacidad de la comunidad internacional para detenerlos".

"Algunos habitantes de Birmania perdieron la esperanza de recibir apoyo por parte de la comunidad internacional e intentan protegerse formando grupos de defensa y cometiendo actos de sabotaje, en tanto otros habrían tomado como blanco a colaboradores y funcionarios de la junta", advirtió este experto independiente, quien cuenta con un mandato del Consejo pero no habla en nombre de la ONU.

Birmania ha registrado disturbios muy graves desde el golpe del 1 de febrero. El martes, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, destacó que la situación política en este país es "catastrófica" y es un riesgo para la región.

De acuerdo a la ONU, casi 900 personas han muerto por la represión, y otras 200.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares tras las redadas militares en barrios y aldeas, así como miles han huido hacia países vecinos.

- Aislar a la junta -

Casi 6.000 personas han sido arrestadas arbitrariamente, entre las cuales, más de 90 periodistas, al tiempo que ocho grandes medios de comunicación han sido clausurados.

"La comunidad internacional está abandonando al pueblo de Birmania", afirmó Andrews.

También señaló que el ejército ha cortado los suministros de alimentos, agua y medicinas a los desplazados en sus ataques a las aldeas.

Inclusive, ha "tomado como rehenes a familiares cuando sus efectivos no encuentran a quienes tienen órdenes de arresto pendientes", recientemente lo hicieron con un niño de sólo cuatro años, añadió.

Andrews reiteró una vez más su llamado a la creación de una coalición de emergencia para el pueblo birmano, con facultades para imponer sanciones, y "reducir significativamente los ingresos que la junta necesita para continuar con su reino del terror".

La comunidad internacional debe además prohibir la venta de armas al ejército de Birmania y realizar investigaciones sobre todas las violaciones y crímenes cometidos.

El pueblo birmano "necesita con desesperación todo el apoyo de la comunidad internacional antes de que sea demasiado tarde", advirtió.

nl/rjm/mis/age/mb