El nuevo iPad Pro: más que una tableta

El nuevo iPad Pro juega ahora en la misma liga que los últimos modelos de Mac, al menos en lo que respecta al procesador principal. Apple ha equipado su tableta con el potente chip M1, que también se encuentra en las últimas ediciones del Mac Mini, MacBook Air, MacBook Pro y el nuevo iMac de 24 pulgadas.

Sin embargo, Apple se resiste a entregar la versión profesional del iPad con el sistema operativo macOS, de Macintosh, pese a que ahora, con el procesador M1, sería técnicamente posible. 

El portal tecnológico estadounidense "The Verge" ha criticado incluso a Tim Cook, director ejecutivo de Apple, y a su equipo, ya que considera esta omisión como una decisión poco valiente. 

Así y todo, las pruebas prácticas no demostraron que macOS hubiera sido la mejor opción para el nuevo iPad, ya que el sistema operativo del iPad, pensado como el iPhone para un entorno táctil, es la mejor interfaz para tabletas. 

En lo que respecta a la interfaz externa, los límites entre portátil y tableta apenas son perceptibles. En el modelo anterior, el puerto USB-C resultó ser, en comparación con el MacBook Pro, un cuello de botella a la hora de transferir mayores cantidades de datos. 

Con el nuevo iPad Pro, los usuarios aficionados a la fotografía o a la producción de vídeos pueden transferir a la tableta enormes cantidades de datos en pocos segundos a través de la interfaz Thunderbolt con puerto USB-C.

En el iPad Pro, las fotos y los vídeos se ven claramente mejor que en un MacBook Air o en un portátil normal con Windows, especialmente en el modelo más grande de 12,9 pulgadas. 

En esta versión de más tamaño, la brillante pantalla funciona con una frecuencia de refresco de 120 hercios, soporta HDR de alto color y contraste y convence con un excelente nivel de negro.

Apple logra estas prestaciones con una retroiluminación compuesta por más de 10.000 mini-LED que pueden conmutarse individualmente. La pantalla Liquid Retina XDR alcanza un brillo de hasta 1.000 nits y hasta 1.600 nits de pico para contenidos HDR. 

El modelo más pequeño de 11 pulgadas no se acerca a estos superlativos: la pantalla Liquid Retina sin las letras mágicas XDR —y por tanto sin mini-LED— convence con un amplio rango de colores P3 y la función True Tone, pero no alcanza los valores de contraste de su hermano mayor. El brillo máximo es de 600 nits.

Con un software al estilo de Lightroom, de Adobe, el chip M1 hace gran despliegue de sus prestaciones, permitiendo, por ejemplo, editar fotos en formato RAW a la velocidad del rayo. Además, tampoco hay límites a la hora de editar vídeos con Lumafusion. 

Sin embargo, se echa en falta el software de edición de vídeo Final Cut Pro, popular entre muchos youtubers y profesionales del cine. Hasta ahora, el programa es ofrecido por Apple solo para los ordenadores Macintosh. Sin embargo, persisten los rumores de que se anunciará una versión de Final Cut Pro para iPad en el transcurso del año.

El nuevo iPad Pro no es solo idóneo para producir y editar fotos y vídeos, sino que también hace un buen papel en la oficina. Al igual que en los nuevos iMac, Apple responde a las demandas relacionadas con las cámaras frontales de sus dispositivos. 

Estas se han vuelto indispensables, especialmente en la pandemia, para las videoconferencias, las plataformas de aprendizaje u otras soluciones. La marca ha aumentado la resolución a doce megapíxeles, y la cámara ultra gran angular de la parte delantera ofrece, en condiciones de poca luz, mejores imágenes que las anteriores. 

Gracias a las prestaciones del chip M1, la cámara puede seguir automáticamente a las personas en el ángulo de visión y ajustar el encuadre durante las videollamadas. Esta función, llamada "Center Stage", puede parecer al principio un tanto extraña, ya que la cámara sigue al interlocutor a medida que este se mueve por la sala o desplaza la silla de su escritorio. Sin embargo, la nueva función brinda una experiencia aún más atractiva, especialmente durante las videoconferencias de más duración. 

La cámara de doce megapíxeles de la parte trasera, por su parte, no solo permite filmar y hacer fotos, sino también convertir el iPad en un profesor de tenis virtual, por ejemplo. La aplicación Swingvision ofrece análisis de vídeo en tiempo real para evaluar el golpe, el tipo de efecto y la velocidad de la pelota. Además, reconoce si una pelota ha caído fuera de los límites o no.

Pero volviendo a la oficina: para trabajar con el iPad Pro, se precisa un teclado. Apple ofrece, para ambos tamaños de iPad, el Magic Keyboard en blanco y negro. 

El Magic Keyboard de generaciones anteriores es compatible con el nuevo iPad de 11 pulgadas, que tiene la misma forma y tamaño que el anterior. Por el contrario, el ligero aumento del grosor del iPad de 12,9 pulgadas, de tan solo 0,5 milímetros, impide que la funda se pliegue adecuadamente al cerrar el dispositivo junto con el teclado de la generación anterior. 

Otra ventaja del iPad Pro cuando se usa en la oficina móvil es que ahora también se puede encargar opcionalmente con 5G. Los usuarios se beneficiarán de esta característica incluso cuando no hay una red 5G disponible, ya que el dispositivo es compatible con bandas LTE 32 de hasta 1500 Mhz, con las que también se pueden alcanzar altas velocidades. En lo que respecta a las conexiones wifi, el iPad Pro es compatible con el estándar WiFi 6 con velocidades máximas de hasta 1,2 gigabits por segundo.

Los nuevos iPads vuelven a estar equipados con un escáner Lidar en la parte trasera, aunque hasta ahora hay relativamente pocas aplicaciones que lo utilicen. Lidar (Light Detection and Ranging) es un método de radar para la medición óptica de la distancia y la velocidad. La tecnología se utiliza en los vehículos autónomos, los viajes espaciales o los robots aspiradores. Los modelos de iPad Pro pueden utilizarlo para detectar el entorno.

Quien quiera probar la tecnología Lidar, puede hacerlo, entre otros, con la aplicación de vídeo corto Clips, de Apple. Desde la actualización a la versión 3.1, Clips contiene algunos efectos nuevos que utilizan el escáner Lidar para mostrar animaciones tridimensionales, o bien para convertir un salón un tanto soso en un atractivo escenario para el próximo vídeo de baile.

El modelo más grande de los dos nuevos iPad Pro despertará sin dudas el interés de los usuarios más creativos. Por otro lado, los usuarios de ordenadores portátiles que prefieren tener muchas aplicaciones abiertas y desplazarse entre ellas, no estarán necesariamente satisfechos con la nueva tableta. Si bien el nuevo modelo también ofrece multitarea, el cambio entre aplicaciones no es tan fluido como en un portátil.

Sin embargo, el iPad Pro ofrece características altamente profesionales que lograrán convencer incluso a los más escépticos: entre otras, la extraordinaria calidad de la pantalla, las rápidas tasas de transferencia y la capacidad de expansión de hasta dos terabytes de almacenamiento. 

Aquellos usuarios que no necesiten necesariamente estas innovadoras funciones de alto rendimiento también estarán satisfechos con el modelo más pequeño. 

Los precios también se deben tener en cuenta a la hora de tomar una decisión, ya que no son precisamente modestos. Estos varían, como es habitual, en función de la capacidad de almacenamiento. El iPad Pro está disponible en configuraciones desde 128 GB hasta 2TB. El recargo 5G es idéntico para ambos modelos.

dpa