El básquet 3x3 "punk rock", una baza de Serbia para el oro olímpico

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En el norte de Serbia, a la sombra de bloques de viviendas de la era de Tito, cuatro fornidos chicos se pasan el balón sobre una cancha de básquet. Pero no es un simple partido entre amigos. Se entrenan para los Juegos Olímpicos.

El básquet 3x3 es practicado por millones de personas en todo el mundo, pero esta disciplina urbana no lo ha tenido fácil para ser reconocida después de su primer torneo profesional en 2012.

El juego enfrenta a dos equipos de tres jugadores en media cancha, que miran al mismo cesto, en contraste con el básquet clásico, que opone a equipos de cinco que deben encestar en canastas diferentes.

En la cita de Tokio (23 julio-8 agosto) el básquet a tres vivirá su bautismo olímpico, y Serbia es con diferencia la favorita para el oro.

"El dominio es absoluto. Todo lo que no sea el primer puesto sería considerado un fracaso", dice a la AFP Dusan Bulut, jugador considerado el mejor del mundo.

El país balcánico de 7 millones de habitantes ha ganado cuatro Copas del Mundo de seis.

De hecho, cuatro de los cinco mejores jugadores del mundo, entre ellos Bulut, son serbios.

- 'Hacer novillos' -

"Había una cancha en cada urbanización", explica Bulut delante de la pista en la que jugaba de pequeño en su ciudad de Novi Sad, a dos pasos del Danubio.

Su apodo 'Bulut-proof' -juego de palabras con su apellido y el término inglés que significa 'a prueba de balas'- está pintado en los bordes del terreno de juego.

"Pasamos mucho tiempo en este terreno de juego", dice el jugador de 35 años. "Veníamos cuando hacíamos novillos porque aquí nadie podía vernos".

Antes de convertirse en una estrella vivió como base años en el anonimato, especialmente en Serbia y en Macedonia del Norte.

"No me gustaba mi vida ni el cariz que estaba tomando mi carrera", cuenta. "Simplemente me di cuenta de que tenía cualidades que habrían debido proporcionarme éxito, pero la ocasión nunca se dio".

Por ello se felicita cada día por haber dado el salto al básquet de calle.

El juego que compara con el 'punk rock' no es básquet para los menos dotados, sino un deporte que demanda "pensar rápido y ser atrevido", declara.

- 'Creatividad' -

"Tiene que ver con la expresión personal, con la creatividad, mientras que el básquet es más sistemático y más complejo".

Como en cualquier otro deporte, los entrenamientos son exigentes, apunta Aleksandar Ratkov, de 29 años, compañero de Bulut.

"Cuando no había el covid-19 viajábamos mucho durante la temporada, tanto como los profesionales del tenis".

Sea en media cancha o en cancha competa, los serbios brillan en el básquet.

Nikola Jokic, pívot de los Denver Nuggets, acaba de ser coronado como mejor jugador (MVP) de la NBA. Y Vasilije Micic fue designado mejor jugador de la Euroliga.

Serbia ya se había hecho un nombre en el básquet mundial en tiempos de la Yugoslavia de Tito, cuando las autoridades socialistas instalaron una cancha de básquet casi en cada barrio.

- 'Como en la vida' -

En los años 1990, bajo el régimen ultranacionalista de Slobodan Milosevic, el básquet servía asimismo como válvula de escape para los jóvenes.

"El básquet es un deporte en el que se está continuamente confrontado a situaciones difíciles y creo que la vida en Serbia es exactamente eso", lanza Bulut. "Para nosotros es un modo de funcionamiento normal, lo único que hacemos es reproducirlo en el terreno de juego".

Pero el paso de la calle a los Juegos Olímpicos tiene un coste en términos de estrés.

Unos jugadores que hace poco ni siquiera imaginaban en sueños que irían a Japón se toman ahora el oro como una obligación.

Y se muestran felices por el reconocimiento que ha adquirido su deporte merced a su presencia en los Juegos.

"Creo que prosperará después de los Juegos Olímpicos", dice a la AFP Mihailo Vasic, de 27 años.

"La mayoría de las personas no lo conocen pero creo que los Juegos supondrán un antes y un después".

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