La excepción húngara: el único estadio lleno de público en la Eurocopa

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La excitación crece en Budapest a horas del pitido inicial del Hungría-Portugal del martes. Será la única sede de la Eurocopa en la que se jugará con un estadio lleno, el nuevo Puskas Arena, con capacidad para 68.000 personas, un riesgo calculado que sin embargo preocupa mucho.

El estadio, inaugurado en noviembre de 2019 por el primer ministro Viktor Orban y prácticamente vacío desde entonces por la pandemia, se prepara para renacer, con cuatro partidos en el programa, dos de ellos de Hungría en la primera fase.

El primero enfrentará al equipo local con el vigente campeón Portugal, el marte 15 de junio, y el segundo ante Francia, campeona mundial, el 19.

Además el Puskas Arena acogerá el Francia-Portugal del 23 de junio y un octavos el 27 de junio.

- 'Liberación' -

Cuatro partidos de prestigio que enorgullecen al país. "Los húngaros tienen muchas ganas de recibir los partidos, un torneo así en una infraestructura moderna", señaló el redactor en jefe del diario deportivo Nemzeti Sport, Gyorgy Szollosi.

El periodista considera "una liberación" en el plano sanitario y también por "el medio siglo de mala suerte en el fútbol húngaro".

Con ganas de ver el mejor fútbol, los aficionados del país compraron en dos horas el último lote de entradas puesto a la venta por la UEFA en abril.

Cuando Hungría regresó tras treinta años a una competición mayor, en la Eurocopa de Francia 2016, miles de húngaros viajaron para seguir a la selección.

Cinco años después y todavía en medio de una pandemia, la Federación Húngara de Fútbol (MLSZ) exigirá un test PCR negativo para entrar al estadio a los extranjeros y una prueba de vacunación para los nacionales.

En este punto el país ha hecho los deberes, con más de la mitad de la población adulta del país con al menos una dosis de la vacuna recibida, la tasa más elevada de la Unión Europea (UE) tras Malta.

"El país más seguro de Europa", lo calificó Orban, cuyo deporte preferido es el fútbol, en el que ha impulsado una renovación de todos los estadios de la primera y de la segunda divsión.

Levantando casi todas las prohibiciones en mayo, declaró "vencida la tercera ola" de la pandemia.

- 'Irresponsable' -

La perspectiva de las gradas llenas, a diferencias de las otras 10 sedes de la Eurocopa, que limitarán en gran medida los espectadores, provoca muchas dudas.

Con 300 muertos por 100.000 habitantes, este país de la Europa central es uno de los más afectados del mundo por la pandemia.

A pesar de que el número de contagios ha caído en las últimas semanas, Gabriella Lantos, experta en salud de un partido de la oposición, estima que es "irresponsable" regresar tan pronto a la vida de antes.

"No hemos alcanzado la inmunidad colectiva", señaló a la AFP, considerando que la variante Delta, detectada por primera vez en la India, "podría provocar una cuarta ola".

A un año de las próximas legislativas, que se anuncian muy disputadas, Lantos cree que Orban quiere "hacer olvidar el virus y los muertos".

Para Peter Bernau, periodista deportivo del diario Nepszava, los carnets de vacunación no prueban que sus dueños estén inmunizados y toda distancia física es una ilusión con las gradas llenas.

"68.000 vidas podrían estar en peligro en cada partido", añadió.

La decisión húngara es "un riesgo calculado", opina Gergely Marosi, periodista especializado en fútbol. "Las señales de un gran peligro son débiles", añade.

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