Tres periodistas birmanos que huyeron a Tailandia, acogidos en otro país

Tres periodistas birmanos, que habían sido detenidos en Tailandia tras huir de la represión de la junta militar qeu gobierna Birmania, obtuvieron el asilo en otro país, declaró este lunes su empleador.

Los reporteros, que trabajan para el medio independiente Democratic Voice of Burma, DVB (Voz democrática de Birmania) habían llegado en mayo junto a dos activistas birmanos a la ciudad de Chiang Mai, en el norte de Tailandia, y fueron detenidos, acusados de entrar ilegalmente en el país.

Pero los cinco "obtuvieron asilo en un tercer país y dejaron Tailandia recientemente", indicó el lunes el redactor jefe de DVB, Aye Chan Naing, en un comunicado.

Más adelante se ofrecerán detalles sobre el país en el que fueron acogidos, agregó.

"Queremos agradecer a todos los que, en Tailandia y en todo el mundo, contribuyeron a hacer que su travesía se realizara con toda la seguridad posible", declaró, afirmando que los tres continúan trabajando para DVB.

Birmania es presa de disturbios desde que los militares expulsaran al gobierno civil de Aung San Suu Kyi el 1 de febrero, lo cual dio lugar a unas manifestaciones masivas.

La junta reprimió violentamente estas protestas y detuvo a los supuestos disidentes en redadas nocturnas, incluyendo a periodistas, y también cerró órganos de prensa.

Tailandia, por su parte, había indicado que estaba buscando una solución "humanitaria" para evitar enviar de vuelta a los periodistas a su país donde, según su empleador, sus vidas corrían "peligro".

DVB, uno de los medios más conocidos en Birmania, creado en 1992 por expatriados birmanos desde Tailandia y Noruega bajo el precedente régimen de la junta militar, difunde informaciones sin censurar en la televisión y en la radio. En 2012 se trasladó a Birmania, un año después de la autodisolución de la junta.

En marzo, unas semanas después del golpe militar, las autoridades militares le retiraron la licencia.

Desde entonces, muchos de sus periodistas se han escondido, pero continúa difundiendo informes en las redes sociales sobre la movilización contra la junta y la represión de las fuerzas de seguridad birmanas.

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