Poetas birmanos enfrentan la guerra de la junta militar contra la palabra

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Antes de que lo mataran, los versos de Khet Thi arremetían contra el golpe de Estado en Birmania, al igual que numerosos poetas que celebraban a los manifestantes prodemocracia y desafían la brutal guerra de los militares contra la palabra.

Zaw Tun, cuyo nombre artístico era Khet Thi, imploraba al público a mantenerse firme contra lo que consideraba como una amenaza existencial para el futuro del país, en momentos que los soldados reprimían violentamente a los opositores al golpe.

"Tenemos que luchar para ganar esta batalla", escribió. "Si perdemos: Corea del Norte. Si ganamos: Corea del Sur", dijo.

Policías y soldados rodearon en mayo la casa que Khet Thi compartía con su esposa y familia en la ciudad central de Shwebo.

El poeta, quien hacía pasteles y helados para mantener a su familia, fue acusado de planear una serie de atentados explosivos y le exigieron entregarse.

Al día siguiente, su esposa Chaw Su fue llamada a un hospital en Monywa, a 80 km de distancia.

"Yo pensé que podría llevarle ropa", contó ella a la AFP. Pero no fue necesario, porque un policía le dijo que su esposo estaba muerto.

Birmania vive en turbulencia desde el golpe de Estado de febrero pasado, que puso fin a un experimento democrático que alivió la censura y permitió más libertad de expresión.

Mientras algunos manifestantes se armaron de rifles de caza y hondas, poetas como Khet Thi se unieron a su manera a la lucha contra el golpe, junto a una población que no quería perder sus libertadas democráticas.

Además de la represión en las calles, la junta militar ha buscado suprimir la disidencia con bloqueos a la internet y la detención de celebridades y empleados públicos que han llamado a la rebelión.

Un video subido a Facebook en las primeras semanas después del golpe mostró imágenes de manifestantes recitando poemas contra los militares.

- Furia, desconfianza, tristeza -

La poesía tuvo un papel central en la lucha independentista de Birmania contra la potencia colonial británica, así como en las décadas de gobierno militar que le siguieron, cuando numerosos escritores fueron convertidos en prisioneros políticos.

El poeta Ko Ko Thett, radicado en Gran Bretaña, considera que la gente común, "abrumada por la furia, la desconfianza y el dolor" contra el golpe militar, se identifica con los versos.

Él dejó de escribir para concentrarse en traducir las obras de otros poetas que escribían desde Birmania después del golpe, muchos de los cuales fueron asesinados, como Khet Thi.

Entre ellos estaban los profesores Myint Myint Zin y K Za Win, quienes murieron en la brutal represión militar contra manifestantes en Monywa.

Las imágenes de las fuerzas de seguridad cuando arrastraban el cuerpo de K Za Win se viralizaron en redes sociales.

- Conciencia en paz -

El tránsito a la democracia "liberó" a la poesía birmana, haciéndola "más diversa en forma y contenido, y más abiertamente política", comentó Ko Ko Thett.

Muchos se han movilizado en internet en su batalla contra la junta, incluyendo un colectivo clandestino de 30 poetas de todo el país que divulgan sus versos en Facebook.

"Hay mucho crimen contra la humanidad (en Birmania) y los poetas en esta situación viven con lágrimas en cada aliento", dijo a AFP un escritor que pidió reservar su identidad por temor a su seguridad.

Ko Ko Thett dijo estar "entumecido por el dolor" ante la muerte de sus compañeros poetas.

Todos ellos "deberían haber sido reconocidos por su poesía, pero solo aparecieron en la prensa internacional después de muertos", lamentó.

Khet Thi compuso un verso dos semanas después del golpe para declarar que no quería ser mártir ni héroe.

"Yo no quiero ser apoyador de la violencia" de la junta, escribió. "Si solo me queda un minuto para vivir, quiero tener la conciencia en paz aunque sea solo por ese minuto".

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