Vietnam, de norte a sur

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ARCHIVO - La bahía de Halong, con sus peñascos de roca cárstica, es una de las atracciones turísticas más populares de Vietnam, muy cerca de la isla Cat Ba. Foto: Philipp Laage/dpa
ARCHIVO - La bahía de Halong, con sus peñascos de roca cárstica, es una de las atracciones turísticas más populares de Vietnam, muy cerca de la isla Cat Ba. Foto: Philipp Laage/dpa

Vietnam fascina con una extensa costa, sus picos de roca cárstica, terrazas de arroz, metrópolis que nunca duermen y aldeas idílicas. La variedad es grande porque, además de las rutas habituales, este país ofrece gran cantidad de aventuras. 

Para todos los que ya quieran planificar para la etapa postcoronavirus, presentamos once lugares clave para visitar en Vietnam, tanto a lo largo como también lejos de las corrientes turísticas, desde las salvajes montañas del norte hasta el húmedo y tropical delta del Mekong en el sur.

1. Sapa, un oasis de calma en el frío norte

En el norte de Vietnam, a 1.600 metros de altura, no se siente nada del calor tropical del sudeste asiático. En el siglo XIX, los franceses crearon la estación de montaña Sapa en la cordillera de Hoang Lien Son.

Desde el primer día, Sapa fue un destino de descanso y hasta el día de hoy es un refugio para los viajeros agobiados por el calor. Sapa se encuentra a los pies del cerro Fansipan, la montaña más alta del país, y ha dejado de ser una pequeña aldea para convertirse en una ciudad con una completa infraestructura turística.

Bajo llamativos carteles con luces de neón, los operadores turísticos, hoteles y restaurantes compiten por la atención de los visitantes. Y si bien esto no agrada a todos, Sapa es uno de los destinos más populares en Vietnam. La razón de ello es el entorno de la ciudad, que invita a realizar excursiones de varios días de duración. 

Pequeños senderos guían a través de impresionantes terrazas verdes sembradas de arroz, campos de añil y maíz, cultivados por las etnias minoritarias Hmong y Dao. Además, los pobladores de la zona tejen en pequeños talleres telas tradicionales, cuya fama trasciende ya las fronteras vietnamitas. 

2. Bac Ha, un mercado vibrante 

No muy lejos de Sapa se encuentra la pequeña aldea de Bac Ha. Cada domingo se celebra allí uno de los mercados más grandes del norte del país.

Ya en la madrugada, mujeres con vestimenta colorida se acercan al mercado cargando sus productos, motociclistas pasan con cajas con flores, los caballos traen las cargas más pesadas desde las montañas cercanas.

El aroma a jengibre y chile flota en el aire del mercado, donde se ofrece un colorido mar de raíces, hojas y frutos. En los puestos de comida se coce la sopa de fideos Pho, el desayuno tradicional de Vietnam. El mercado dominical de Bac Ha es uno de los eventos más coloridos de la región y uno de los mercados étnicos más cautivadores del país. 

3. Ha Giang, un viaje en motocicleta 

Bien al norte de Vietnam, en la montañosa frontera con China, se encuentra la capital de la provincia de Ha Giang. Desde allí parten carreteras pequeñas y sinuosas rumbo a las montañas.

El célebre Ha Giang Loop, un recorrido circular con vistas a impresionantes picos, cerros con forma de cono, quebradas y valles fértiles, es la ruta para motocicletas más popular de Vietnam. 

Los caminos, con curvas y laderas empinadas, llevan a través de pasos de montaña, pasando por acantilados afilados y laderas que se hunden en las profundidades. 

La vuelta completa, que se puede hacer con una motocicleta o en los famosos mototaxis, llamados "easy riders", se recorre en al menos tres días. Quien disponga de tiempo puede dedicarle unos cinco días y aprovechar algunos desvíos de la ruta para conocer aldeas cercanas. 

Pero hay que tener cuidado, algunas carreteras están en mal estado, en particular fuera de las rutas principales. Es importante contar con experiencia en la conducción para poder disfrutar a pleno el Ha Giang Loop. 

4. Hanoi, entre el caos y la contemplación

Hanoi, la capital de Vietnam, es el punto nodal del tráfico del país. Los ciclomotores atascan cada día los boulevares de la ciudad. Pero aún así, el centro de Hanoi, con sus callecitas angostas con mercados y las antiguas casas de comerciantes, sigue siendo un lugar encantador y de fácil acceso.

El ajetreo del centro histórico contrasta con las tranquilas orillas del lago Hoan Kiem. A primeras horas de la mañana, los corredores dan unas vueltas al lago mientras otros habitantes de la capital practican los armoniosos movimientos del tai chi. 

La calma y el caos conviven en esta ciudad milenaria, donde un moderno estilo de vida se conjuga con las tradiciones ancestrales.  

Los templos y edificios históricos pertenecen tanto a Hanoi como también sus finos hoteles, las modernas torres vidriadas de oficinas y una diversidad de museos donde se explican la historia y la autopercepción de la nación. 

5. Cat Ba, en remo hasta los peñascos 

La tornasolada bahía de Halong, con sus peñascos de roca cárstica y sus aguas turquesas, es uno de los lugares más icónicos de Vietnam. 

Muy cerca, al sur de la bahía, se encuentra la isla Cat Ba. De fácil acceso desde Hanoi, atrae sobre todo a jóvenes y familias. 

La mitad de la isla es un parque natural protegido, y en su escarpado paisaje subtropical habitan especies raras de fauna y flora. 

Cat Ba es también un destino excelente para el senderismo que apasiona a escaladores de todo el mundo.

Pero quienes visitan Cat Ba quieren especialmente ir al mar, preferentemente en un kayak, para dejarse sorprender por el paisaje marino de rocas calizas. Con un poco de suerte hasta se podrán observar delfines. 

6. Phong Nha-Ke Bang, una visita a las cuevas  

El parque nacional Phong Nha-Ke Bang abarca varios cientos de cuevas que recorren en conjunto más de 350 kilómetros bajo tierra. Solo una parte de estos caminos ramificados está abierta al público. 

Quienes ingresan al mundo subterráneo, ya sea a pie o en un bote, pueden apreciar cuevas con formas bizarras y hermosos colores que generan sensaciones surrealistas.

En el exterior, los senderos conducen a los arrozales y a los peñascos de piedra caliza. Las excursiones en bicicleta por valles remotos y por pequeños pueblos permiten conocer la vida cotidiana de la población rural que vive en esta zona.

7. Hue, el recuerdo de tiempos gloriosos 

La antigua ciudad imperial de Hue está ubicada a orillas del río Perfume y fue durante el siglo XIX el centro político, religioso y cultural del país. 

En el centro se encuentra una amplia ciudadela con templos y palacios. Allí se levanta la Ciudad Púrpura Prohibida, donde solo vivían el emperador y sus concubinas. Fue aquí donde el último emperador, Bao Dai, entregó en 1945 el poder a Ho Chi Minh y a la recién entonces proclamada República Democrática de Vietnam. 

Templos y pagodas en Hue y sus alrededores recuerdan aún hoy la antigua gloria que supo tener la ciudad. Las tumbas imperiales en las inmediaciones narran también historias gloriosas con monumentos que los emperadores mandaron a construir en vida. Se diferencian en estilo y tamaño, ya sean ostentosos o elegantes, lo que refleja las distintas personalidades de los entonces mandatarios. 

8. Hoi An, tradiciones vigentes 

Hoi An fue en una época uno de los puertos más importantes del sudeste asiático. Situado en la Ruta de la Seda, aquí floreció el comercio de porcelana, seda y especias. Las denominadas "casas túnel", entonces comunes y alargadas, siguen caracterizando a la ciudad antigua, ya que Hoi An se salvó de la destrucción en la Guerra de Vietnam. Hoy en día, el distrito comercial es famoso por los innumerables faroles de seda que de noche envuelven con una luz tenue las calles estrechas.

Hoi An es un museo a cielo abierto lleno de vida. Sus casas tradicionales se mantienen en manos de las familias desde hace muchas generaciones. Algunas apenas han cambiado desde que fueron construidas hace unos 200 años. Su estilo refleja el glorioso pasado de esta ciudad y cómo las influencias vietnamita, china y japonesa determinaron la historia cultural de esta región. 

9. Da Lat, amada por los vietnamitas 

Da Lat es un antiguo balneario francés en las montañas del sur de Vietnam. Calles angostas, villas coloniales y muchas flores embellecen la atractiva y pequeña ciudad.

Más allá de su cercanía con la naturaleza, Da Lat no es especialmente idílica pero sí auténtica. Los visitantes que aman los deportes encuentran en sus alrededores fantásticas posibilidades para hacer senderismo, escalada o rafting. Para muchos vietnamitas, Da Lat es el lugar más bello del país y lo suelen visitar los fines de semana. 

10. Ciudad Ho Chi Minh, donde Vietnam mira al futuro 

Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón, es una de las metrópolis más dinámicas de Asia. 

Hay templos humeantes, edificios coloniales, rascacielos relucientes y templos del consumo, un flujo interminable de tráfico, una historia opresiva y una vida nocturna llena de neón, puestos de comidas y restaurantes gourmet. 

Ciudad Ho Chi Minh tiene un ritmo aún más agitado que el de Hanoi. Es la capital financiera y económica del país y cada día atrae a miles de recién llegados que anhelan un mejor futuro.

11. El delta del Mekong, el huerto de Vietnam 

En el extremo sur de Vietnam, el río Mekong desemboca a través de una red de cientos de afluentes y canales en el mar de la China Meridional. La guerra de Vietnam hizo estragos aquí en el pasado, pero hoy esta región fértil es una de las mayores zonas de cultivo de arroz del país y un huerto salvaje.  

En una atmósfera tropical, lo mejor es recorrer el delta del río Mekong en motocicleta o bicicleta. Muchos lugares apenas cuentan con actividad turística, por lo que siempre se hallan oportunidades de observar cómo se desarrolla la naturaleza. 

Una peculiaridad del delta es el mercado flotante de Cai Rang, al que se puede llegar fácilmente desde Can Tho, la mayor ciudad de la región. 

Antes de que salga el sol, los comerciantes viajan en pequeños y grandes botes por los ríos para llegar al mercado, donde se comercializa todo lo que producen las plantaciones y los cultivos del delta. 

dpa