Una ex ama de casa del EI condenada en Noruega por yihadismo

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La justicia noruega condenó el martes a una mujer casada sucesivamente con tres combatientes islamistas, uno de ellos de origen chileno, por "participación en organización terrorista" después de haber vivido en sectores sirios bajo control del grupo Estado Islámico (EI).

El tribunal de Oslo condenó a 3,5 años de cárcel a esta mujer de 30 años, de nacionalidad noruega y paquistaní.

"Al ir a una zona controlada por el EI en Siria (...), al instalarse y vivir con sus maridos, al ocuparse de los niños y de las múltiples tareas en la casa, la acusada permitió a sus tres maridos (sucesivos) participar activamente en los combates del EI", concluyó el juez Ingmar Nilsen.

El magistrado excluyó que tuviera un papel totalmente pasivo. "Al contrario, fue un apoyo que permitió la yihad, cuidó a sus tres esposos en casa y crió a la nueva generación de reclutas del EI", precisó.

Alimentando sus propias "ideas radicales", la mujer se marchó a principios de 2013 a Siria para unirse a un islamista, Bastián Vásquez, un noruego de origen chileno, que luchaba contra el régimen.

Vásquez murió en 2015 mientras fabricaba explosivos. La mujer se volvió a casar con un egipcio, con el que tuvo su segundo hijo y que falleció en combate, y luego con un amigo de éste, también afiliado al EI.

Aunque ella no tomó las armas, fue acusada de haber permitido que sus tres maridos combatieran, al ocuparse ella de los niños y la casa.

Este proceso es el primero contra una mujer "retornada" noruega, después de varios procesos contra hombres.

"Es un caso especial. Es la primera vez donde (...) alguien es acusado por ser esposa y madre", reconoció el fiscal Geir Evanger durante el juicio.

La fiscalía requirió cuatro años de cárcel. La defensa pidió su liberación y este martes apeló inmediatamente después del veredicto.

El abogado Nils Christian Nordhus alegó que su clienta quiso abandonar Siria rápidamente, después de sufrir violencia conyugal, y que fue víctima de trata de seres humanos cuando la obligaron a quedarse.

La mujer fue repatriada por las autoridades noruegas a principios de 2020 con sus dos hijos, uno de ellos descrito como gravemente enfermo.

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