El grupo de telecomunicaciones noruego Telenor, uno de los mayores operadores en Birmania, anunció este martes que se devaluaron por completo sus activos en este país debido al deterioro de la situación tras el golpe militar del 1 de febrero.
"A causa del deterioro de las perspectivas del entorno económico y comercial y de la situación de seguridad y derechos humanos, vemos pocas posibilidades de mejoras en el futuro", afirmó en un comunicado el director ejecutivo del grupo, Sigve Brekke.
La provisión (cuenta de pasivo) registrada durante el primer trimestre del año asciende a 6.500 millones de coronas (650 millones de euros, 781 millones de dólares), lo que reduce el valor de los activos a cero.
Brekke considera la situación en este país, donde Telenor está presente comercialmente desde 2014 y empleaba a 747 personas el año pasado, "profundamente inquietante".
"Las largas restricciones a internet móvil han afectado enormemente a la población birmana y a la economía del país", destacó.
"Telenor solicita a las autoridades restablecer de inmediato las comunicaciones sin impedimentos y respeten la libertad de expresión y los derechos humanos", añadió.
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