El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazimi, anunció este domingo que suspendió al ministro de Salud, Hasan al Tamimi, quien será interrogado como parte de la investigación del incendio de un hospital en Bagdad que dejó al menos 82 muertos.
El gobernador de Bagdad, Mohamed Jaber, quien había reclamado "al ministerio de Salud una comisión de investigación" sobre el drama también será interrogado, al igual que el jefe de Salud para el este de Bagdad.
"Los resultados de esta investigación serán presentados en cinco días al gobierno", según un comunicado de la oficina de Kazimi.
El siniestro se produjo debido a cilindros de oxígeno "almacenados sin respetar las condiciones de seguridad" en el hospital Ibn al-Khatib de Bagdad, explicaron fuentes médicas a la AFP.
Numerosas víctimas se hallaban bajo ventilación cuando estallaron las bombonas de oxígeno.
Esta tragedia ha generado una ola de cólera entre los iraquíes, después de que fuentes médicas la atribuyeran a la negligencia, vinculada con frecuencia a la corrupción endémica que azota al país.
"Dimisión del ministro de Salud", encabezaba las palabras clave en las redes sociales en Irak.
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