Republicanos disidentes, sospechosos de querer atentar contra policía norirlandesa

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La policía de Irlanda del Norte afirmó el martes sospechar del grupo republicano disidente Nuevo IRA tras el hallazgo de una bomba bajo el coche de una mujer policía en esta provincia británica sacudida por enfrentamientos intracomunitarios en las últimas semanas.

Una alerta de seguridad se activó en la localidad de Dungiven tras el señalamiento el lunes por la mañana de "un objeto sospechoso" bajo el automóvil de una miembro de la policía norirlandesa en una propiedad rural cerca de su hogar.

"Era un artefacto real con explosivos unidos a un contenedor de líquido inflamable", explicó el subjefe de policía Mark McEwan.

Colocado en la parte trasera del vehículo, donde se sienta la hija de tres años de la policía, el artefacto fue neutralizado, pero su detonación podía provocar una "bola de fuego" que habría quemado el coche o a cualquier persona que estuviera cerca, precisó.

Según McEwan, la investigación apunta a la implicación del Nuevo IRA, un grupo republicano disidente del desaparecido Ejército Republicano Irlandés (IRA).

"En varias ocasiones hemos visto el desprecio total de este grupo por quienes trabajan al servicio de la gente", afirmó el responsable policial.

Y afirmó que el Nuevo IRA tiene la clara intención de continuar sus acciones "sin consideración para quienes matan o hieren en el proceso".

En abril de 2019, el Nuevo IRA había admitido su responsabilidad en la muerte de la periodista Lyra McKee, que recibió un disparo mientras cubría unos disturbios en Londonderry. El grupo afirmó que su muerte fue accidental.

Irlanda del Norte se vio sacudida durante tres décadas por un sangriento conflicto entre unionistas protestantes, republicanos católicos y fuerzas de seguridad británicas, en el que murieron unas 3.500 personas.

El enfrentamiento terminó con el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, pero sigue habiendo en la región grupúsculos paramilitares disidentes.

En las últimas semanas se dispararon las tensiones entre ambos campos y se culpó de ello a las consecuencias del Brexit.

A principios de mes, la región se vio sacudida por casi dos semanas de disturbios, que comenzaron en enclaves unionistas donde algunos sienten que los controles administrativos impuestos desde la isla de Gran Bretaña por el Brexit los ha separado del resto del país.

Los disturbios se calmaron en gran medida tras la muerte el 9 de abril del príncipe Felipe, marido de la reina Isabel II, pero las protestas se reanudaron el lunes en el oeste de la capital regional, Belfast.

La primera ministra norirlandesa, la unionista Arlene Foster, consideró que la agente de Dungive "fue objetivo de terroristas".

"Puede que existan desacuerdos políticos, pero Irlanda del Norte debe seguir avanzando. No nos arrastrarán de nuevo a las bombas y las balas", tuiteó.

jts-acc/es