Primera cumbre de Biden con primer ministro japonés, con la mirada en Pekín

Compartir
Compartir articulo

El presidente estadounidense, Joe Biden, recibe este viernes al jefe de gobierno japonés, Yoshihide Suga, en su primera cumbre presencial en la Casa Blanca, en la que se espera revelen una iniciativa de 2.000 millones de dólares sobre 5G, clave en la competencia estratégica contra China.

La elección del líder japonés como primer invitado distinguido en Washington no es azarosa: refleja la prioridad que el nuevo mandatario estadounidense da a los aliados más cercanos de Estados Unidos para formar un frente común ante el poder de Pekín: el principal desafío geopolítico identificado por el demócrata.

Al abrir su visita en un encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris, Suga se hizo eco de las palabras del gobierno estadounidense al señalar que la relación de los dos países está "conectada por valores universales como la libertad, la democracia y el estado de derecho".

"Este es un momento como ningún otro en que la alianza Japón-Estados Unidos debe ser fuerte", añadió Suga.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló en relación a la visita que "esto debería enviar un mensaje contundente", sobre la "importancia crítica" de las relaciones de Estados Unidos en Asia.

Acerca de otra prioridad clave de Biden, Psaki dijo que se esperaba que Suga anunciara un nuevo objetivo para 2030 sobre la reducción de las emisiones de carbono responsables del cambio climático.

Biden liderará en una semana una gran cumbre climática virtual, con la esperanza de lograr mayores compromisos sobre el clima en medio de una creciente evidencia de una crisis planetaria.

La tercera economía más grande del mundo se comprometió bajo el acuerdo de París a reducir las emisiones en un 26% para 2030, pero a partir de los niveles de 2013, objetivo que expertos no consideran lo suficientemente ambiciosos para cumplir el objetivo de Suga de un Japón neutral en carbono en 2050.

Además, un alto funcionario informó antes que Japón anunciará "un compromiso muy sustancial" de 2.000 millones de dólares, en alianza con Estados Unidos, "para trabajar sobre el 5G y las próximas etapas".

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump lanzó una campaña para presionar a varios países a que renuncien a utilizar los equipos del gigante chino Huawei, que se ha consolidado como líder en el despliegue de la quinta generación de redes móviles.

Y el gobierno de Biden parece decidido a continuar esa ofensiva de su predecesor.

De acuerdo con lo previsto, los dos líderes también discutirán las crecientes tensiones sobre Taiwán, que denuncia acciones cada vez más hostiles por parte de Pekín.

"Ninguno de nuestros países quiere que las tensiones se intensifiquen o provoquen a China, pero sin embargo estamos tratando de enviar una señal clara de que ciertas acciones de China" son "contrarias al mantenimiento de la paz y la estabilidad", dijo un alto funcionario estadounidense.

- "Desafíos fundamentales" -

Según un alto funcionario estadounidense, la retirada de Estados Unidos de Afganistán, anunciada esta semana por Biden, "liberará tiempo, atención y recursos" de Estados Unidos, para centrarse en "los desafíos fundamentales del siglo XXI, que se encuentran en la región indo-pacífica".

El primer ministro japonés también será consultado sobre la estrategia del nuevo gobierno estadounidense frente a Corea del Norte, antes de la visita del presidente surcoreano Moon Jae-in, prevista para mayo en Washington.

Esta primera cumbre bilateral del 46º presidente estadounidense, que se lleva a cabo tres meses después de su llegada al poder debido a las restricciones de salud vinculadas a la pandemia, será observada de cerca para destacar los probables contrastes con los encuentros a menudo accidentados de Trump con sus homólogos.

Está prevista una rueda de prensa conjunta para la tarde.

Pero es probable que Suga permanezca en guardia contra el intento estadounidense de involucrar de lleno a Japón en su confrontación con China: la economía japonesa todavía depende en gran medida del comercio con Pekín.

Tokio se ha abstenido así en los últimos meses de sumarse a las sanciones estadounidenses contra la represión de los musulmanes uigures por parte de las autoridades chinas.

Según Michael Green, exasesor del expresidente George W. Bush sobre Asia y actual vicepresidente del Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales, "la administración Biden está preocupada por la creciente agresividad de China y el terreno perdido por Estados Unidos en la región en los últimos años, y por ello quiere "recuperar rápidamente el tiempo perdido".

Japón, por su parte, quiere seguir metódicamente una estrategia más cautelosa. "Así que hay algunos matices en la manifestación pública de sus posiciones, pero en general van en la misma dirección", evaluó.

sct-fff/cjc/mls/mps/lda