"Un día violento e inútil", dice madre de asesinado por yihadistas en Mozambique

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Gregory se negó a abandonar el cuerpo de su hijo asesinado por los yihadistas en el noreste de Mozambique, cargándolo durante varias horas de huida, antes de ser socorrido y evacuado.

Adrian Nel, de 40 años, hijo de los sudafricanos Gregory y Meryl, fue asesinado a tiros el viernes por la noche durante una emboscada. Refugiado dos días antes en un hotel de Palma, intentaba escapar de los yihadistas que se apoderaron de esa ciudad portuaria.

"Mi hijo murió un día violento e inútil", lamenta su madre, en una conversación telefónica con la AFP.

En los últimos cuatro días, los combates sacuden esta región pobre de mayoría musulmana. El alcance del ataque sorpresa lanzado el miércoles por la tarde desde tres puntos de la ciudad sugiere que Adrian Nel se encuentra entre las decenas de víctimas.

El hombre había llegado en enero a Palma, donde construía campamentos para trabajadores, por encargo de una empresa sudafricana. Tras el anuncio del ataque el miércoles, se refugia junto a su padre y su hermano pequeño en el hotel Amarula, entre la ciudad y el aeropuerto.

Casi 200 personas más se encuentran allí, de varias nacionalidades. Esperan ser evacuados pronto. Durante dos días y dos noches, se escucharon los intensos tiroteos.

El padre de Adrian consigue un teléfono por satélite para dar noticias. "Me dijo que se estaban adoptando disposiciones para evacuarlos", explica Meryl Nel, que dirige un albergue en la turística región sudafricana de KwaZulu Natal (noreste).

- "Mi hijo está muerto" -

Los primeros helicópteros llegan a las 24 horas, pero los rebeldes ya rodean el hotel. Los socorristas deben renunciar al rescate.

El viernes, se produce el último contacto con su familia. Meryl recibe un mensaje del benjamín informándole de que van a ser evacuados. Esta vez, por un convoy de camiones.

"Cuando se marchaban, les tendieron una emboscada. Dispararon, mi hijo está muerto", relata lentamente la madre. "No hay palabras para describir lo que se siente".

Los tres hombres estaban en el mismo vehículo. El padre y el menor de los hijos consiguen huir.

La madre no tiene muchos más detalles. Todo lo que sabe es que su marido se negó a abandonar el cuerpo de Adrian.

Y que esperaron durante mucho tiempo, hasta que los trabajadores de una compañía de seguridad privada los encontraron.

Ahora están en un lugar seguro en Pemba, a más de 200 kilómetros de Palma.

Wesley, el hijo pequeño, regresará en el primer vuelo hacia Sudáfrica. Gregory, el padre, esperará para traer a su otro hijo.

El cuerpo de Adrian yace actualmente en una morgue de Pemba.

cld/ger/tjc/ll