La UE propone reforzar su capacidad en materia de acción humanitaria

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La Unión Europea -el mayor donante de ayuda humanitaria en todo el mundo- debe dotarse de una capacidad común de intervención y poder sancionar obstáculos a la distribución de auxilio, sugirió el miércoles la Comisión Europea en una propuesta a los estados miembros.

"Las necesidades son más urgentes que nunca, pero los recursos y los donantes son limitados", lamentó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante una presentación de estas propuestas.

"Existe una insensibilidad al sufrimiento cuando las situaciones se vuelven duraderas, como en Siria, Yemen, Darfur. Estas crisis se consideran un hecho consumado", argumentó.

Por su parte, Janez Lenarcic, comisario europeo para Situaciones de Crisis, señaló que "la brecha entre las necesidades de financiamiento y los recursos disponibles solo está creciendo y la situación empeorará".

De acuerdo con números de la Comisión Europea, en 2020 las necesidades humanitarias en la ONU aumentaron a casi 32.500 millones de euros (más de 38.000 millones de dólares), la cifra más alta hasta la fecha, también debido al impacto de la pandemia de covid-19.

Sin embargo, los aportes alcanzaron los 15.000  millones de euros en fondos (unos 17.800 millones de dólares), advirtió la Comisión.

La UE y sus miembros proporcionan el 36% de la ayuda humanitaria mundial, por delante de Estados Unidos (35%).

Los cinco principales donantes de la UE son, en orden, Alemania (3.600 millones de euros en 2020), Suecia (735 millones), Holanda (448), Dinamarca (312,5) y Francia (208).

"Necesitamos ampliar la base de donantes", dijo Lenarcic.

La UE también debe poner en marcha "una nueva capacidad europea de respuesta humanitaria", con el fin de intervenir directamente en áreas de crisis.

Por otro lado, la UE puede aunar recursos para facilitar la logística, la adquisición, el almacenamiento, el transporte y la distribución de sus envíos de socorro.

La entrega de ayuda encuentra cada vez más obstáculos. El acceso es difícil o incluso prohibido en algunas partes del mundo, como la región de Tigré, en Etiopía.

Además, los ataques contra los trabajadores humanitarios no cesan de aumentar: 125 fueron asesinados en 2019, según la Comisión.

Borrell recordó que ya se ha suspendido el desembolso de casi 90 millones de euros (unos 107 millones de dóalres) a favor de Etiopía.

"La UE no puede permanecer indiferente cuando los gobiernos violan los derechos fundamentales o niegan el acceso humanitario, y las sanciones deben ser posibles', argumentó Lenarcic.

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