La marcha de los cristianos de Oriente Medio es un "daño incalculable", estimó el domingo el papa Francisco en medio de los escombros de la guerra contra los yihadistas en Mosul, en el norte de Irak.
La ocupación de un tercio del país por parte del grupo Estado Islámico (EI) de 2014 a 2017 fue el último episodio de una serie de conflictos en Irak que llevaron a la mayoría de cristianos al exilio. En el país sólo quedan 400.000, frente al millón y medio en 2003, antes de la invasión estadounidense.
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