Los grupos armados pro-Irán aumentan la presión en Irak

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Los grupos armados iraquíes proiraníes, sospechosos de tres ataques contra los intereses occidentales en Irak, buscan presionar al gobierno en medio de la impaciencia de Irán frente a la nueva administración estadounidense, según los expertos.

"Hemos vuelto a donde estábamos hace un año", explicó un oficial militar estadounidense a la AFP el martes, un día después de que se dispararan cohetes contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad.

Enemigos jurados, la República islámica de Irán y los Estados Unidos son dos potencias activas en Irak.

Estados Unidos, a la cabeza de la coalición internacional antiyihadista, tiene desplegados allí unos 2.500 soldados.

Por su parte, Irán cuenta con el apoyo de Hashd Al Shaabi, una poderosa coalición de paramilitares integrados al estado iraquí.

Los ataques recientes se produjeron después de meses de relativa calma por una tegua aceptada por las facciones pro-Irán ante las amenazas de Estados Unidos de cerrar su misión diplomática.

El lunes cayeron cohetes cerca de la embajada de Estados Unidos en Bagdad. El sábado hubo disparos contra la base aérea iraquí de una empresa estadounidense encargada del mantenimiento de F-16.

El 15 de febrero varios cohetes alcanzaron una base militar que albergaba a tropas de la coalición extranjera en el aeropuerto de Erbil (norte). Dos personas murieron, incluido un contratista civil extranjero que trabajaba con la coalición.

Según funcionarios estadounidenses, el modus operandi es el mismo que el de decenas de ataques contra intereses occidentales entre finales de 2019 y finales de 2020.

Sin embargo, actualmente los grupos pro Irán, una vez acusados de estar detrás de los ataques, los condenan. Lo cual constituye un cambio de rumbo que no convence a los servicios de seguridad.

"Es el mismo estilo de ataques y los informes de inteligencia muestras que vendrán otros", afirma, bajo anonimato, un funcionario estadounidense.

- ¿Incontrolable? -

Según los expertos, la reanudación de los ataques está vinculada a varios factores.

Primero, a "consideraciones internas": el Primer ministro Moustafa al-Kazimi prometió controlar a los grupos armados, que a su vez lo desafían, explica Aniseh Bassiri del Instituto Royal United Service.

"Quieren recordarles a todos que todavía están ahí y que no están bajo control", afirma Bassiri y precisa que estos grupos -que tienen ramas políticas- están mostrando sus músculos teniendo en cuenta las elecciones previstas para octubre.

También ve estos ataque como un mensaje de Teherán a Washington, ya que los dos enemigos se mantienen firmes en su posición sobre el acuerdo de 2015 que debe enmarcar el programa nuclear de Irán.

El presidente Joe Biden desea restablecer el acuerdo del que Estados Unidos se retiró en 2018 bajo la administración de Donald Trump, quien también restableció las asfixiantes sanciones contra Irán.

En todo caso, Biden solicitó a Irán que regrese a los compromisos adquiridos en el acuerdo que rompió después del restablecimiento de las sanciones.

A su vez, Irán pide el levantamiento de las sanciones de antemano.

"Los últimos ataques podrían ser un intento de los aliados de Irán de aumentar el margen de maniobra de Teherán en caso de negociaciones con Estados Unidos", dijo Aniseh Bassiri.

- "Opciones" -

Por último, se encuentran las razones económicas que podrían empujar a Teherán a presionar a Bagdad.

Asfixiado por las sanciones, Irán intenta acceder a una cuenta alojada en un banco público iraquí en el que Irak paga por el gas iraní que importa. Por temor a molestar a Washington, Bagdad se muestra reacia a entregar unos dos mil millones de dólares, según funcionarios iraquíes.

Durante una reunión a fines de enero en Teherán con Esmail Qaani, jefe de operaciones externas de la Guardia Revolucionaria, una delegación de altos funcionarios iraquíes envió un mensaje de Kazimi pidiendo a los iraníes que contuvieran a los grupos armados en Irak, dijo a la AFP un funcionario iraquí.

"Qaani les dijo que (Irán) no podría controlar los actos de los grupos armados en Irak si no podía retirar el dinero de la cuenta", según él.

Después de los tiroteos del lunes, Washington dijo que Irán sería "responsable de las acciones de sus socios, que atacan a los estadounidenses", pero enfatizó que sus fuerzas evitarían alimentar una "escalada".

Biden y Kazimi discutieron los ataques en una llamada el martes, señalando la importancia de "hacer que los responsables rindan cuentas", según la Casa Blanca.

De todos modos, no se descarta una firme reacción estadounidense.

"Hemos proporcionado opciones, incluso ataques dentro y fuera de Irak, pero aún tenemos que recibir una respuesta de la administración", dijo el funcionario estadounidense.

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