Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7 afirmaron este martes que "condenan con firmeza" la violencia cometida en Birmania por las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos y las instaron a "ejercer el mayor control y respeto de los derechos humanos y el derecho internacional".
"Usar munición real contra gente desarmada es inaceptable. Cualquiera que responda a protestas pacíficas con violencia tiene que rendir cuentas", afirmó el grupo que incluye a Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, así como un representante de la diplomacia de la Unión Europea.
"Condenamos la intimidación y opresión de aquellos de se oponen al golpe. Manifestamos nuestra preocupación por la represión de la libertad de expresión, incluyendo el corte de internet y cambios draconianos en la ley que reprime la libertad de expresión", agregó el G7 en el comunicado.
El grupo instó a la junta militar a terminar con el ataque "sistemático" contra manifestantes, médicos, la sociedad civil y periodistas, y poner fin al estado de emergencia que reina en el país asiático.
Los militares que dieron el golpe de Estado en Birmania hace tres semanas se hallan sometidos a una fuerte presión, después de manifestaciones multitudinarias y de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) adoptaran nuevas sanciones contra ellos.
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