Vacaciones en el destino más remoto: la bóveda de semillas Svalbard

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ARCHIVO - Svalbard, que significa "costa fría" en noruego, es por su estabilidad geopolítica y climática un ámbito favorable para la preservación de la cultura humana y las formas de vida terrestre, aun en caso de una guerra nuclear u otros desastres globales. Foto: Jens Büttner/dpa
ARCHIVO - Svalbard, que significa "costa fría" en noruego, es por su estabilidad geopolítica y climática un ámbito favorable para la preservación de la cultura humana y las formas de vida terrestre, aun en caso de una guerra nuclear u otros desastres globales. Foto: Jens Büttner/dpa

Uno de los lugares más remotos e inhóspitos del planeta está probando suerte como destino turístico. Al norte del Círculo Polar Ártico, en la isla noruega de Spitsbergen, se está construyendo un centro de visitantes único en el mundo dedicado a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard.

El centro de visitantes The Arc expondrá el contenido del famoso banco de semillas, un depósito construido en la región de permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada) del Ártico para preservar semillas de todos los cultivos del planeta y salvaguardar la Humanidad en caso de una catástrofe. 

El espectacular edificio también albergará parte del Archivo Mundial del Ártico, un archivo digital del patrimonio humano, diseñado para resistir catástrofes mundiales y considerado uno de los lugares más seguros del planeta. 

Lejos de los dos lugares de preservación existentes, el centro de visitantes se está construyendo en la capital de la isla, Longyearbyen, y su inauguración está prevista para 2022, según informaron las autoridades de Turismo de Noruega. 

Svalbard significa algo así como "costa fría" y su estabilidad geopolítica y climática la ha hecho propicia para preservar el patrimonio cultural humano y de las formas de vida de la Tierra en caso de una guerra nuclear u otro tipo de catástofre mundial.

Esta región del Ártico es más conocida bajo el nombre de Spitsbergen, pese a que este nombre, estrictamente hablando, se refiere solo a una parte del conjunto.  

Durante un largo tiempo, Svalbard ha sido considerada una suerte de tierra de nadie. Apenas en 1920 se reconoció internacionalmente la soberanía de Noruega sobre ella. 

La Unión Soviética estaba interesada en extraer carbón de la isla. Hasta el día de hoy hay enclaves en la isla en los que se habla en ruso. 

Se puede explorar Svalbard desde el mar. Algunos turistas viajan en el antiguo buque postal noruego "Nordstjernen", que abastece a estaciones de investigación y cazadores. Desde el barco se pueden observar ballenas y focas y se pueden visitar los campamentos base de antiguas expediciones al Polo Norte. 

La travesía es como un viaje en el tiempo a la época de finales del siglo XIX, cuando la carrera por llegar a los polos era intensa y los aventureros creían que sus expediciones les daría inmortalidad en la historia de la ciencia.

La isla también se puede recorrer a pie, aunque se recomienda ir armado por el peligro que representan los osos. Antes de iniciar la excursión se deben entregar todos los detalles de la ruta planeada y del equipo, incluido un certificado del seguro, de acuerdo a la ley que rige desde 1992.

Antes de esa fecha ocurrieron algunos incidentes terribles. Algunas historias hablan de osos hambrientos que irrumpieron en la localidad de Longyearbyen, y de investigadores cuyos cadáveres nunca se encontraron. 

dpa