Las sectas en la era del coronavirus

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Una piedra con la inscripción "¿Cansancio de la pandemia? Ayuda => jw.org", sobre un banco en el centro de Friburgo. Movimientos religiosos con características de secta buscan adherentes en el marco de la crisis causada por el coronavirus. Foto: Philipp von Ditfurth/dpa
Una piedra con la inscripción "¿Cansancio de la pandemia? Ayuda => jw.org", sobre un banco en el centro de Friburgo. Movimientos religiosos con características de secta buscan adherentes en el marco de la crisis causada por el coronavirus. Foto: Philipp von Ditfurth/dpa

El hombre piensa que solo cuando se cree profundamente en ello, se puede combatir el coronavirus con rezos, y que la pandemia es una prueba y la voluntad de Dios. Y si él muriera de todas formas, esto sería por un deseo divino, relata el integrante de un movimiento religioso libre a la consultora Sandra Pohl.

"Él pensaba que si se creía lo suficiente en Dios no hacía falta respetar las medidas" de restricción por la pandemia, agrega la directora del centro de asesoramiento Zebra de la ciudad alemana de Friburgo.

Zebra se define como una "central de asesoramiento para cuestionamientos sobre la cosmovisión". Pohl y su equipo aconsejan a los afectados y a familiares desconcertados de miembros de nuevos movimientos religiosos, a los que en 2020 se sumaron los narradores de la conspiración.

Los denominados "negadores del coronavirus" dominaron muchas de las conversaciones que hubo en el año de la irrupción del coronavirus.

La gente no está únicamente amenazada por la pandemia, afirma entretanto Pohl. "Existen parejas que están al borde de la separación porque se está produciendo una polarización no solo en la sociedad sino también en las relaciones".

Movimientos como Qanon, cuyos seguidores asocian a políticos, ricos y judíos con atrocidades incomprensibles, han visto sumarse un gran número de interesados. Pohl describe al movimiento como "una nueva forma de religión".

La consultora señala que personas que trabajan en el ámbito de lo esotérico también se vieron beneficiadas durante la pandemia porque se multiplicó el deseo de curaciones y curas milagrosas.

A pesar de la disminución del número de feligreses de las principales religiones establecidas, el Centro Zebra observó en 2020 una gran demanda de propuestas que doten de sentido a la vida.

"En épocas de crisis, el deseo de estabilidad y orientación se expresa con mayor intensidad", asegura Pohl.

La experta señala que algunas personas añoran una realidad menos compleja, con una visión del mundo en blanco y negro. "Algunas de las nuevas agrupaciones religiosas representan exactamente esta cosmovisión, en blanco y negro", dice.

¿Pero estos movimientos religiosos están pudiendo utilizar esta crisis para beneficio propio?

La controvertida organización de la cienciología, que según la Oficina de Protección de la Constitución del estado federado alemán de Baden-Wurttemberg busca un sistema social totalitario, tuvo problemas durante el primer año de la pandemia para sumar nuevos seguidores, según indicaron las autoridades de esa entidad.

El grupo distribuyó en restaurantes folletos con indicaciones sobre higiene, en los que prometía ofrecer herramientas para afrontar el aislamiento, o difunde vídeos que reciben millones de clics y ofrece cursos en línea.

"A través de esta oferta de cursos, la cienciología pretende introducir sus enseñanzas a personas que se encuentran en una situación psicológica excepcional y ganarlas como miembros", afirma un portavoz de la Oficina de Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior.

Las autoridades alemanas observan que esta organización está activa en muchas regiones y muchos detractores la consideran una secta peligrosa.

Sin embargo, los expertos consideran que su influencia actual es reducida. "La cienciología ya no ocupa más un papel importante en Alemania", asegura Martin Fritz, de la oficina central evangélica sobre cuestiones de cosmovisión.

Fritz señala que ve que en algunos evangélicos y católicos de derecha la tendencia a expresarse de manera escéptica sobre el coronavirus en Internet. Y también dice que ve en las manifestaciones personas con crucifijos en el cuello o en la mano.

"Un par de evangélicos y cristianos pentecostales han ido a manifestaciones para captar el clima y la incertidumbre que reinaba allí y aprovechar la situación como una oportunidad para misionar", afirma Fritz.

Jennifer Neumann, consejera de la oficina de información sobre sectas de Berlín, advierte en tanto que algunos grupos con actitud apocalíptica también se mezclan entre los enemigos de las restricciones por el coronavirus.

La experta explica que ellos intentan ganar seguidores "jugando con el miedo de la gente". Neumann señala que para algunas personas la situación actual es tan abrumadora que por eso se adhieren a estas propuestas problemáticas, en búsqueda de alivio.

En el caso de los Testigos de Jehová, apunta que aunque disminuyó la actividad en las calles, aún llegan a algunos buzones cartas que prometen ayuda para combatir la denominada fatiga pandémica.

La oficina de información sobre sectas está preocupada por un movimiento cristiano llamado Shincheonji de Corea, al que considera "uno de los grupos más problemáticos". En Internet, los miembros atrajeron a gente joven y comprometida.

La agrupación no suele misionar con su nombre original, sino con el de distintas organizaciones de fachada. "Shincheonji es un grupo muy acaparador. Se basa en principios que son amigo-enemigo, blanco o negro, lo que vemos como algo muy conflictivo", alerta Neumann.

En general, sostiene Pohl, los grupos religiosos suelen respetar las restricciones impuestas para evitar la propagación del coronavirus.

La especialista asegura que la mayoría intenta evitar las noticias negativas sobre brotes de contagios de covid-19 después de los servicios religiosos y "de ninguna forma quieren atraer la atención negativa".

En los últimos años, según la opinión de los expertos, todo se ha calmado en torno a los nuevos movimientos religiosos, pero Pohl destaca el crecimiento de las religiones "patchwork" o de mosaicos, que suelen armar su visión del mundo en base a elementos heterogéneos.

Según la consultora, la fe se vive de forma más individual y cada vez menos en el marco de instituciones.

Neumann aconseja a las personas con familiares que se han acercado a grupos o personas problemáticos estar atentos, conversar con ellos y tomarlos en serio. Las conversaciones, subraya la experta, deberían estar despojadas de reproches o sorna.

Pohl alerta que existen grupos o propuestas que pueden tener efectos negativos en la vida de las personas. "Para algunos, sin embargo, una agrupación podría tener una influencia positiva porque experimentan una estabilización", sostiene.

dpa