Con el Brexit, exportadores de marisco escoceses se preocupan por su futuro

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Los exportadores escoceses de mariscos dijeron el viernes sentirse amenazados por la cantidad de nuevos trámites administrativos que deben hacer tras el Brexit y temen que algunos de sus productos perecederos, destinados al mercado europeo, acaben en la basura.

"Todo está vinculado al Brexit", declaró a la BBC Donna Fordyce, directora general de Seafood Scotland. Es un "verdadero reto", al que se suman las dificultades causadas por la pandemia, añadió, citando en particular problemas informáticos.

Desde el 1 de enero, el comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea se rige por un acuerdo de libre comercio.

Pese a la ausencia de aranceles y cuotas, las empresas deben cumplir con nuevas formalidades para la importación y la exportación, lo que constituye una complicación cuando se trata de bienes altamente perecederos.

"Queríamos un período de gracia de seis meses para poder hacer frente a todos estos problemas" y exportar "de forma fluida", explicó Fordyce.

El marisco escocés se exporta principalmente al norte de Francia, desde donde se envía al resto de Europa.

"Estaba claro que los requisitos aduaneros, que existen desde hace mucho tiempo para 'terceros países', serían una carga para los exportadores y los comerciantes", consideró Michael Russell, ministro de Asuntos Europeos y Exteriores de Escocia.

"Hemos subrayado repetidamente la necesidad de que las empresas tuvieran tiempo para prepararse, dada la complejidad de las normas y los sistemas informáticos implicados", añadió en un comunicado.

Recordando que Escocia se opuso al Brexit, Russell aseguró que el gobierno escocés está haciendo "todo lo posible" para ayudar a las empresas locales, cuyos costos se prevé que aumenten considerablemente.

Los exportadores de mariscos ya habían advertido del riesgo de retrasos en la entrega de sus mercancías debido a la salida británica de la unión aduanera y del mercado único europeo con el fin del periodo de transición posbrexit el pasado 31 de diciembre.

Y se hicieron una idea cuando Francia cerró temporalmente sus fronteras antes de Navidad por temor a una nueva cepa de coronavirus que circula en el Reino Unido.

Seafood Scotland afirmó en un comunicado que los cargamentos corrían el riesgo de acabar en la basura y que una caída de las exportaciones podría disuadir a los pescadores de salir al mar.

"En muy poco tiempo podríamos ver la destrucción de un mercado centenario que hace una importante contribución a la economía escocesa", subrayó Fordyce.

Según Jimmy Buchan, director de la asociación escocesa de mariscos, cargas enteras de mariscos se vieron retenidas en Escocia por problemas con los códigos de barras de las aduanas y a la insuficiencia de servicios veterinarios.

"Con problemas informáticos a ambos lados del Canal de la Mancha, esta es una señal preocupante para los próximos días y semanas en que el flujo de productos aumentará drásticamente", afirmó.

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