La guerra en Siria dejó más de 6.800 muertos en 2020, entre ellos unos 1.500 civiles, el balance anual más bajo desde el inicio del conflicto hace más de nueve años, indicó este jueves la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El conflicto había provocado más de 10.000 muertes el año pasado. el año más mortífero había sido 2014 con 76.000 víctimas mortales, según el OSDH.
Entre las víctimas contabilizadas en 2020 figuran 1.528 civiles, entre ellos 231 menores, 1.503 miembros de las fuerzas del gobierno de Bashar al Asad y más de 1.000 combatientes sirios y extranjeros pro-régimen.
El OSDH también contabilizó la muerte de 1.500 yihadistas en 2020, entre ellos 537 combatientes del grupo Estado Islámico, al igual que 172 combatientes de la Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos.
Este balance no incluye las 88.000 personas que han fallecido en las cárceles del régimen de Damasco, la mayoría torturadas, ni a los miles de personas desaparecidas en esta guerra, según el OSDH.
Desde 2011, la guerra en Siria ha dejado unos 387.000 muertos, entre ellos 117.000 civiles, según el OSDH.
El régimen de Bashar al Asad perdió buena parte del territorio a principios de la guerra, pero gracias al apoyo de Rusia e Irán ha logrado en tres años recuperar el control del 70% del país.
Además, la guerra obligó a huir a la mitad de la población existente en 2011. La ONU calcula que ha habido 6,7 millones de desplazados y 5,5 millones de refugiados.
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