Por qué el eritema infeccioso es riesgoso para embarazadas

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ILUSTRACIÓN - La fiebre es uno de los primeros síntomas del eritema infeccioso. El sarpullido aparece más tarde, aunque no siempre se observa. Sólo un análisis de sangre permite confirmar el diagnóstico. Foto: Andrea Warnecke/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto
ILUSTRACIÓN - La fiebre es uno de los primeros síntomas del eritema infeccioso. El sarpullido aparece más tarde, aunque no siempre se observa. Sólo un análisis de sangre permite confirmar el diagnóstico. Foto: Andrea Warnecke/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto

El eritema infeccioso (también conocido como la "quinta enfermedad") se caracteriza por un sarpullido. Pero como este se muestra cuando el virus ya se está replegando del cuerpo y el niño ya no contagia, la enfermedad se suele propagar rápidamente en los jardines de infantes, asegura la revista alemana "Baby & Familie". Eso puede suponer un problema para las embarazadas.

Antes de que aparezca el sarpullido, los síntomas son más bien poco específicos: cansancio, dolor de cabeza, dolor de barriga, fiebre o resfrío forman parte de ellos.

Estas molestias duran entre dos y tres días. El sarpullido en la piel le sigue aproximadamente entre una y dos semanas después, primero en las mejillas y luego en hombros, brazos, muslos y trasero.

El sarpullido empalidece tras otros entre siete y diez días, pero puede reaparecer una y otra vez durante varias semanas. Muchas veces los niños no desarrollan sarpullido a pesar de estar infectados.

Un algodón con té negro para el picor

En el caso de que la piel pique, se recomienda mojar un poco de algodón en té negro y luego pasarlo por la zona afectada. Eso calma el escozor.

Para los pequeños, el eritema infeccioso en general es inofensivo. En personas con debilidad inmunitaria o determinadas enfermedades de la sangre, sin embargo, la enfermedad puede llevar a una peligrosa anemia.

También las embarazadas deben tener cuidado si se enteran de una infección en su entorno: en algunos casos poco habituales una infección puede llevar a complicaciones graves.

En el peor de los casos corre riesgo la vida del niño por nacer. Si una embarazada se infecta, es analizada en detalle. En caso de necesidad, el bebé en su vientre recibe una transfusión a través del cordón umbilical.

Las embarazadas deberían hacerse análisis de sangre

Para que esta situación ni siquiera se presente las mujeres que quedan embarazadas por primera vez deberían pensar en hacerse un análisis de sangre. Eso vale sobre todo para aquellas que tienen mucho contacto con niños pequeños. Con la prueba se determina si ya cuenta con anticuerpos para el eritema infeccioso.

Entre el 60 y el 70 por ciento de los adultos posee estos anticuerpos porque de niños pasaron por la enfermedad. Eso quiere decir que no se pueden contagiar más: quien tuvo eritema infeccioso, es inmune de por vida. No existe una vacuna como sí la hay contra la rubeola.

dpa