Kuwait se queda sin campaña electoral de lujo por el coronavirus

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Los kuwaitíes se preparan para elegir el sábado a sus diputados, pero este año, debido a la pandemia de covid-19, las tradicionales lujosas reuniones electorales, con opulentos banquetes, fueron prohibidas en este rico país petrolero del Golfo.

Parrilladas de cordero, arroz y un festival de dulces atraen habitualmente a cientos de electores en Kuwait que, al contrario de los Estados de la región, cuenta con una dinámica vida política, con un Parlamento activo que no duda en reprobar al gobierno.

Fahd Mohammed Al Mutairi tenía la costumbre de organizar banquetes para entre 5 y 8 candidatos en cada vuelta, en su restaurante "Tayba", ubicado en Yahra, al norte de la capital Kuwait.

"Normalmente, preparamos cordero a la parrilla y arroz para la cena durante los periodos de campaña electoral que pueden durar hasta dos meses. Pero el coronavirus ha hecho que todo salte por los aires", cuenta a la AFP.

Una ayuda económica menos en este tiempo particularmente difícil para los restaurantes.

Una reunión podía costar entre 3.000 y 7.000 dinares kuwaitíes (entre unos 9.600 y 22.900 dólares), con a veces hasta 2.000 comensales en las regiones donde viven las mayores tribus del país, según la federación kuwaití de restaurantes.

Como estos, las empresas que organizan banquetes bajo grandes tiendas, y sirven cafés y dátiles a los electores, serán las grandes perdedoras de esta campaña, explica su director, Fahd Al Arbach.

"Este periodo es habitualmente el momento esencial para su actividad", dice a la AFP.

Kuwait, que oficialmente registró más de 142.000 casos de coronavirus en total y 880 fallecimientos, impuso estrictas medidas para frenar la propagación del virus al principio de la crisis.

- Campaña en internet -

Se trata de las primeras elecciones legislativas en el país bajo el reino del nuevo emir, el jeque Nawaf Al Ahmad Al Sabah, que asumió el puesto el 29 de septiembre, tras la muerte de jeque Sabah.

Con una oposición debilitada, y algunas de cuyas figuras tienen problemas con la justicia, sólo unos pocos carteles electorales en algunas calles recuerdan la cita política del momento.

La campaña se desarrolla principalmente en los medios de comunicación y en las redes sociales. Mensajes en Twitter, videos cortos en Snapchat, directos en Instagram o mítines electorales a través de Zoom: los candidatos invaden internet.

Los precios de una publicidad en línea pueden ascender hasta más de 164.000 dólares al mes, según el jefe de la federación kuwaití de medios electrónicos, Faysal Al Sawagh.

"Los kuwaitíes utilizan las redes sociales para hacer oír sus voces y escuchar ideas claras de los candidatos", declara a la AFP.

Los asuntos habituales de las campañas electorales siguen ahí: desde la lucha contra la corrupción al empleo de los jóvenes, pasando por la libertad de expresión, la vivienda, la educación o la espinosa cuestión de los "bidunes", los apátridas, una minoría desprovista de nacionalidad.

- Menos gastos -

La crisis sanitaria obliga a los políticos en campaña a ahorrar, mientras que "el gasto medio de los candidatos a las elecciones puede llegar a los 100.000 dinares kuwaitíes" (unos 329.000 dólares), subraya el candidato Ali Al Ali.

"El gasto, en cambio, aumentó en los medios electrónicos y tradicionales", dice a la AFP este joven abogado.

"Estas circunstancias excepcionales aumentan las posibilidades de ganar de los jóvenes candidatos que ya estaban en contacto con los electores estos últimos años a través de las redes sociales", precisa.

La candidata jequesa Al Jassem se alegra por su parte de haber "reducido" sus gastos en "oficinas de campaña e invitaciones a cenar".

Esta profesora de filosofía, conocida por sus posiciones a favor de los derechos humanos, dice que está multiplicando los esfuerzos para "promoverse" en Twitter e Instagram entre los electores.

"Esta vez, las redes sociales se han convertido en el ruedo de las elecciones legislativas", declara a la AFP, precisando que el 70% de su trabajo se hace ahora en internet.

Sus entrevistas en televisión o en la prensa escrita son inmediatamente compartidas por sus cuentas en las redes, "sino nadie podrá verlas", sostiene.

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