Un buque de carga turco fue abordado y allanado en el Mediterráneo por soldados alemanes como parte de una misión europea para supervisar el embargo de armas contra Libia, informaron medios turcos el lunes.
Según la agencia de noticias estatal Anadolu, una fragata alemana desplegada en el marco de la operación europea Irini detuvo el barco turco el domingo frente al Peloponeso cuando se dirigía al puerto libio de Misrata.
Un grupo de soldados armados abordaron a la nave desde un helicóptero, según las imágenes emitidas por el canal de noticias NTV, y luego tomaron el control de la sala de mando.
Los soldados alemanes allanaron el navío toda la noche pero solo encontraron galletas y pintura, indicó Anadolu, explicando que el barco llevaba ayuda humanitaria.
El barco turco reanudó su ruta el lunes por la mañana después de que se fueran los militares, dijo la agencia.
El incidente podría enfurecer al gobierno turco, que apoya militarmente al gobierno reconocido en Libia y dice que nadie tiene derecho a registrar barcos turcos sin permiso.
La operación Irini, que empezó en abril, tiene el objetivo de hacer cumplir el embargo de la ONU sobre las armas introducidas en Libia por las partes en conflicto en ese país, devastado por la guerra.
Turquía considera que esta misión naval es parcial y acusa a los europeos de utilizarla para impedir la entrega de armas por mar destinadas al gobierno de Trípoli, mientras que ignora las que llegan por tierra y aire al hombre fuerte del este del país, Jalifa Haftar.
Según la UE, Irini permitió a documentar las violaciones del embargo por parte de Turquía y Rusia, dos países involucrados en el conflicto.
En septiembre la UE sancionó a un armador turco por violar el embargo y congeló sus activos en la UE.
Libia está sumida en el caos desde la caída de Muamar Gadafi en 2011 y ahora se encuentra dividida entre dos campos rivales: el Gobierno de Unión Nacional (GNA) con sede en Trípoli, reconocido por Naciones Unidas, y otro poder en el este, liderado por el mariscal Haftar.
El GNA tiene el apoyo de Turquía, mientras que Haftar está apoyado por Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Egipto.
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