Tras dos semanas sin luz, residentes protestan en el norte de Brasil

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El estado brasileño de Amapá (norte) fue escenario de protestas la noche del martes debido al apagón que desde hace dos semanas genera caos en algunas ciudades de la región, reportaron este miércoles autoridades y habitantes.

Los manifestantes bloquearon rutas, con la quema de llantas y basura, en la capital estadual Macapá y en la ciudad de Santana, precisó la policía en un comunicado.

Al menos nueve protestas se registraron durante la noche, lo que elevó a más de un centenar las movilizaciones desde el inicio de la crisis energética en este estado amazónico, limítrofe con la Guayana Francesa.

La electricidad había sido restaurada parcialmente, pero tras un nuevo apagón la noche del martes los pobladores volvieron a manifestarse en esta región, de clima con altas temperaturas.

"Esto nos dejó extremadamente preocupados, porque las autoridades nos han dicho que esta semana el problema iba a ser resuelto, y ayer con ese apagón la gente perdió las esperanzas", dijo Elayne Cantuaria, residente de Macapá y jueza civil.

"Estamos viviendo un caos total", refirió Cantuaria por teléfono a la AFP.

Los problemas en el servicio eléctrico de Amapá, con unos 860.000 habitantes, comenzaron el 3 de noviembre, cuando un transformador se incendió, dejando a todo el estado a oscuras.

El episodio, cuyas causas todavía se investigan, obligó a que la corte electoral aplazara la primera vuelta de las elecciones municipales, realizadas el pasado domingo en el resto de Brasil.

Las autoridades hicieron varios tentativas para restaurar el servicio, incluso el traslado en barco de generadores y de un nuevo transformador.

En los últimos días, el estado, con el doble del área de Irlanda, logró reanudar el servicio eléctrico en la mayoría de localidades, pero de modo irregular.

El martes, 13 de los 16 pueblos donde la electricidad había vuelto parcialmente se quedaron nuevamente durante dos horas sin luz.

Las tiendas dejaron de vender pescado fresco y muchos residentes se quedaron sin agua porque dependen de las bombas eléctricas, mientras algunas personas se dedicaban a buscar puntos con electricidad para cargar celulares y computadores.

"Es una locura, no tengo palabras para explicar lo difícil que es esto", dijo Ilana Kapah, una residente que debido a la crisis decidió irse a Belén, en el estado vecino de Pará.

Las autoridades de salud temen que las aglomeraciones en los lugares donde hay electricidad propaguen el coronavirus, en momentos en que se registró un aumento de casos en Brasil. El país sudamericano, con casi 170.000 muertes, es el segundo con más óbitos, después de Estados Unidos.

La larga duración de esta crisis ha generado un aluvión de críticas en las redes sociales contra el gobierno de Jair Bolsonaro.

El martes por la noche, el atacante Richarlison dedicó a los sufridos habitantes de Amapá el gol que marcó en la victoria (2-0) de la selección brasileña contra la de Uruguay.

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