"Enojado" con su última ronda, el mexicano Ancer ya piensa en el Masters de abril

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Aunque la última ronda del domingo le quitó algo de brillo a un debut de ensueño, el golfista mexicano Abraham Ancer quiere aprovechar los aprendizajes de una excepcional semana en el Masters de Augusta que ilusionó a su país.

"Definitivamente he tenido muchas lecciones, cosas que no había visto o que hubiera hecho diferente", dijo Ancer tras firmar el domingo una tarjeta de 76 golpes (+4) con la que descendió del segundo lugar compartido al decimotercero.

"Ha sido una una gran experiencia aunque odio decirlo, porque desearía haber jugado muy bien", afirmó. "Tengo que quedarme con lo positivo, es mi primer Masters e hice tres rondas muy buenas. Me voy a enfocar en eso para el siguiente, que no está tan lejos, solo cinco meses".

Ancer, de 29 años, fue el primer golfista mexicano profesional en competir en el Augusta National en las últimas cuatro décadas. Su participación resonó con fuerza tanto en el campo como en su país, donde despertó una expectación por el golf que no se sentía desde el retiro hace una década de la ex número uno mundial Lorena Ochoa, a quien Ancer ha reconocido como su principal referente.

Sus tres brillantes primeras rondas -68, 67 y 69 golpes- colocaron al mexicano en el grupo en segunda posición en el arranque de la jornada final, a cuatro golpes de distancia del que acabó siendo ganador, el estadounidense Dustin Johnson.

Ancer llegó incluso a ser líder provisional del torneo durante la segunda ronda del viernes, alargando una semana histórica para el golf mexicano que comenzó con el triunfo de Carlos Ortiz el domingo anterior en el Houston Open.

Mientras Ortiz alzaba este título, el primero de un mexicano en el circuito PGA en los últimos 42 años, su compañero y amigo Ancer lo celebraba practicando en Augusta por primera vez en su carrera.

- "Sabía que era difícil" -

La adaptación de Ancer al campo fue tan espectacular que, en caso de sumar el domingo una cuarta ronda por debajo de los 70 golpes, hubiera logrado una marca sin precedentes en las 83 ediciones anteriores del Masters.

Al final ese récord fue batido por el australiano Cameron Smith (67-68-69-69), segundo en la clasificación final.

Con menos experiencia que Dustin Johnson, Ancer sabía de la dificultad de recortarle cuatro golpes al número uno mundial y muy pronto sintió la presión de la última ronda cometiendo cuatro bogeys en los siete primeros hoyos.

"Es muy duro, al final hice tantos bogeys (6) como birdies necesitaba. Definitivamente estoy muy enojado con mi última ronda", aseguró.

"Lo hice lo mejor que pude pero las cosas no cayeron de mi lado. No me sentí bien, especialmente en el putt", dijo Ancer, que jugó emparejado en los dos últimos días con Johnson.

"No estaba realmente demasiado nervioso por eso. Simplemente no estuve muy cómodo con mi juego", aseguró. "He jugado con Dustin antes. Le he visto bajar 11 golpes del par en los primeros 11 hoyos. Sabía que iba a ser muy difícil ganarle".

Mientras Johnson jugaba "traté de mirar a otra parte. Sé que no voy a alcanzar sus drives. Hubo un par de veces que golpeé la pelota en un árbol y él estaba 100 yardas delante mío. Pero así es cómo será jugar contra DJ", afirmó.

Nacido en McAllen (Texas, Estados Unidos) pero criado al otro lado de la frontera, en Reynosa (México), Ancer tiene doble ciudadanía pero juega bajo la bandera mexicana.

Sin trofeos de la PGA todavía en sus vitrinas, este año logró dos subcampeonatos y en otras dos ocasiones terminó dentro de los 10 mejores.

Su resultado en Augusta le hará probablemente ascender desde su 21º lugar en el ranking pero también le ha mostrado a Ancer la dificultad de dar el último paso hacia la élite del golf.

"Estoy contento con mi posición en el ranking mundial", recalcó. "Pero definitivamente hay muchas cosas, y especialmente en días como éste, que me muestran cuánto puedo mejorar. Y voy a trabajar en ello".

gbv/ma