Steelers conservan marca invicta sin dar su mejor juego

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PITTSBURGH, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Eric Ebron está harto de los críticos que intentan restarle méritos al último equipo invicto de la NFL.

“Muchas personas dicen, ‘Le ganaron a los Ravens, realmente son de verdad’", comentó el tight end de los Steelers luego de que su equipo remontó para imponerse a Baltimore el domingo y colocar su registro en 7-0 por apenas la segunda ocasión en la historia de la franquicia.

“Y pienso ‘Pero estábamos 6-0, ¿cómo es que no éramos de verdad?'”, añadió. “Y ahora que les ganamos a los Ravens más personas entendieron que lo éramos, y seguimos sin mostrar nuestro mejor nivel”.

Eso es lo notable, salvo por la paliza sobre Cleveland el mes pasado, Pittsburgh ha sido más aceptable que dominante. Sin embargo, igualaron la marca del equipo de 1978 como el mejor inicio de su historia en un día en el que permitieron 236 yardas más de las que generaron, fueron dominados frecuentemente en las trincheras de ambos lados del balón y pasaron la primera mitad recibiendo el tipo de castigo físico que están más acostumbrados a dar.

El coach Mike Tomlin reprendió reiteradamente al equipo por sus fallas, y al mismo tiempo elogió su perseverancia.

“Estoy orgulloso de estos muchachos”, dijo Tomlin. “Estoy orgulloso de la pelea. Estoy orgulloso de como se apoyaron el uno al otro. Pero lo importante es que no nos engañemos. No tuvimos un buen funcionamiento en muchos sentidos”.

Sin embargo, al final no importó. No con la defensiva compensando sus inconsistencias con jugadas grandes. Pittsburgh forzó al quarterback de Baltimore Lamar Jackson a imponer una marca personal con cuatro pérdidas de balón gracias a las contribuciones de jugadores que no aparecían en los primeros planos a inicios de septiembre.

El linebacker interno Rob Spillane inició la segunda titularidad de su carrera con una intercepción devuelta a anotación en la primera serie del encuentro. El lineabacker novato Alex Highsmith — quien jugó como defensive end en la Universidad de Charlotte — se adelantó a un pase de Jackson en la primera ofensiva de Baltimore de la segunda mitad que abrió la puerta a una recepción de touchdown de Ebron, la bujía que ayudó a Pittsburgh a borrar una desventaja de 10 puntos.

Cuando el veterano liniero defensivo Tyson Alualu salió del juego por una lesión, el suplente de segundo año Isaiah Buggs se repuso de problemas iniciales para terminar con cinco tacleadas, una menos que el total de sus 14 apariciones previas.

Fue por eso que el quarterback Ben Roethlisberger se ofendió cuando se le preguntó cuál fue el impacto de los jugadores que no suelen ver mucha acción y que comienzan a dar resultados.

“Respondería ‘¿quién dice?’”, comentó Roethlisberger. “¿Quien dice que no deberían hacer jugadas grandes? Esperamos grandes cosas de todos. Es divertido ver que todos contribuyan. Es por eso que este es un equipo especial. Todos lo hacen. Todos ayudan”.

Los Steelers han tenido que depender de esa profundidad en reiteradas ocasiones y ahora están por ingresar a una parte más accesible de su calendario. Luego de tres juegos en fila ante rivales con un récord combinado de 14-2 antes de sus respectivos compromisos, los próximos tres oponentes de Pittsburgh — Dallas, Cincinnati y Jacksonville — tienen registro de 5-17, antes de que Baltimore visite Heinz Field en el Día de Acción de Gracias.

La posibilidad de sufrir un traspié siempre está latente, pero si los Steelers han demostrado una cosa durante los últimos dos meses es que pueden tropezar sin llegar a caerse.

“Poder salir del estadio fuera de casa con una victoria nos da mucho ímpetu”, dijo el linebacker T.J. Watt. “Pero como he dicho, siempre habrá mucho qué aprender de este juego cuando veamos el video”.