La elección presidencial en Kirguistán, que atraviesa una grave crisis política, está fijada para el 10 de enero, anunció este sábado la Comisión Electoral Central, cuyas oficinas fueron objeto de un registro policial.
El Parlamento suspendió este jueves la celebración de las nuevas elecciones parlamentarias previstas desde la cancelación, a principios de octubre, de los resultados de las elecciones anteriores en este país de Asia central, tras unas protestas masivas.
Las elecciones del 4 de octubre, que ganaron partidos cercanos al presidente Sooronbai Jeenbekov, provocaron enfrentamientos que dejaron un muerto y 1.200 heridos.
Jeenbekov tuvo que dimitir y fue sustituido por el populista Sadyr Japarov, liberado de prisión por sus partidarios durante la crisis. Luego aprovechó el caos para ser nombrado primer ministro y ocupar la presidencia interina.
Japarov prometió celebrar nuevas elecciones presidenciales y legislativas, tras una modificación en la constitución. También pidió la disolución de la Comisión Electoral Central.
De acuerdo con la ley, se debe realizar una nueva elección presidencial dentro de los tres meses posteriores a la partida del jefe de estado.
El sábado por la mañana, la policía irrumpió en las instalaciones de la Comisión Electoral Central, como parte de una investigación iniciada por el Ministerio del Interior sobre violaciones que empañaron las elecciones legislativas a principios de este mes.
Pero los observadores dijeron que era una forma de presión del presidente Japarov para evitar que la Comisión anunciara nuevas elecciones.
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